Se trata de uno de esos rivales que suelen incomodar al equipo de Marcelo Gallardo. El Independiente Rivadavia de Alfredo Berti se caracteriza por replegarse cerca del arco defendido por el ex River Ezequiel Centurión, aprovechando la velocidad y capacidad de definición del colombiano Sebastián Villa en ataque, un futbolista que ha dejado su huella al Millonario en tres ocasiones con la camiseta de Boca, además de ser el autor del gol que le dio el triunfo a la Lepra mendocina ante el CARP en noviembre de 2024.
A pesar de que el equipo de Berti acumula seis partidos seguidos sin vencer en el Clausura (su última victoria fue frente a Tigre en los cuartos de final de la CA, el 5 de septiembre), el entrenador nunca modificó el estilo de juego que le permitió tener una buena campaña en el Apertura: finalizó en la sexta posición de la Zona A y fue eliminado por Independiente en octavos de final.
El entrenador, formado como futbolista en Newell’s y con un paso por Boca, donde se retiró en 2000 tras no poder recuperarse de una lesión que requirió tres operaciones, fundamenta su modelo táctico en la solidez defensiva. No está atado a un esquema específico, aunque generalmente utiliza una línea de fondo con tres o cinco defensores, liderada por el zaguero uruguayo Leonardo Costa y Bonifacio-Luciano Gómez en los laterales. Asimismo, en ciertos encuentros, como en el clásico frente a Godoy Cruz, el técnico posiciona a un volante de contención como Tomás Bottari detrás de los mediocampistas más dinámicos y creativos, destacándose el talentoso Matías Fernández.
Las cartas ofensivas de Independiente Rivadavia se basan principalmente en el desequilibrio individual de Villa, figura, capitán y máximo goleador del equipo, con diez goles y 14 asistencias en 55 partidos. El colombiano es experto en explotar los espacios que dejan los rivales en el retroceso, una de las principales falencias de River, al igual que el juego aéreo, otro déficit crónico del equipo del Muñeco, donde Independiente Rivadavia puede causar daño con los cabezazos del paraguayo Álex Arce, goleador paraguayo que llegó como refuerzo desde la Liga de Quito y que ha anotado dos goles en 611 minutos en ocho partidos con la Lepra.
Sin embargo, el rival de River en la semifinal de la Copa Argentina presenta varias debilidades, que se hacen evidentes en la escasa generación de juego en el mediocampo cuando no logra aplicar su fórmula de saltear líneas con pases largos hacia Villa o a la cabeza de Arce, lo que le permitiría al ex Boca aprovechar su velocidad y gambeta impredecible.
Naturalmente, River deberá asumir el protagonismo, ya que Independiente Rivadavia intentará capitalizar cualquier distracción posicional o error individual del equipo de MG para lograr el mayor hito deportivo en sus 106 años de historia.
El antecedente que no puede omitir River
David Villa –