El fútbol son momentos, afirman. Y esto es especialmente cierto para los goleadores, que a veces definen su presente por centímetros, por una pelota que entra o se va… Algo de esto estuvo viviendo Gabriel Ávalos recientemente: tras un destacado rendimiento en Argentinos, Independiente decidió invertir en él y después de un buen inicio en Avellaneda, atravesó una larga sequía que ahora parece haberse interrumpido.
Luego de haber quedado bastante relegado en la consideración de Julio Vaccari, la llegada de Gustavo Quinteros renovó sus expectativas. Tanto es así que comenzó a ganar minutos y recuperó la titularidad en la fecha pasada ante Platense, devolviendo la confianza al DT de la manera que mejor sabe: con un gol.
Por supuesto, el exentrenador de Vélez no dudó en volver a incluirlo en la formación inicial ante Atlético Tucumán, y nuevamente el delantero paraguayo de 35 años se mostró fundamental: demostró toda su calidad dejando pasar la pelota con inteligencia para que Matías Abaldo convirtiera el primer tanto del Rojo y luego realizó un buen remate de zurda por abajo para marcar el segundo.
Sin embargo, no fue una noche perfecta, ya que casi al final del partido, Ávalos tuvo la chance de convertir otro gol al hacerse cargo del penal que le cometieron a Abaldo. Lamentablemente, definió hacia el palo derecho sin demasiada fuerza y Matías Mansilla, un especialista en la materia, adivinó su intención, dejándolo con un sabor amargo al final del encuentro.
El movimiento que casi fue una asistencia de Ávalos
Club Atlético Independiente –
Abaldo marcó el 1-0 del Rojo
El gol de Ávalos
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Zurdazo de Ávalos para el 2-0 de Independiente
El penal que le atajaron a Ávalos
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