La irrupción de Caitlin Clark en el baloncesto femenino universitario va más allá de sus estadísticas: su metamorfosis en una líder colectiva tiene un origen sorprendente.
Inspirada por las figuras de Michael Jordan y las enseñanzas de Phil Jackson, transmitidas a través del método de Lisa Bluder, la joven estrella de la Universidad de Iowa aprendió a transformar la presión y la fama en impulso para todo su equipo. Además, la experiencia de los Chicago Bulls se convirtió en una brújula esencial para que una figura extraordinaria se convirtiera en una líder capaz de elevar a sus compañeras.
El método Bluder: libros y cultura de equipo
Lisa Bluder, la entrenadora más exitosa en la historia del Big Ten en la Universidad de Iowa, ha sido fundamental en el ascenso de Clark al aplicar principios de liderazgo derivados de las vivencias de Phil Jackson y Michael Jordan. La evolución de la jugadora, de promesa individual a referente grupal, es el resultado de una gestión intencionada de la presión, la confianza y la creación de una cultura de equipo sólida.
Desde el comienzo, Bluder utilizó su biblioteca personal —con títulos como Sacred Hoops: Spiritual Lessons of a Hardwood Warrior de Jackson, The Team Captain’s Leadership Manual y Pressure is a Privilege— para compartir valiosas lecciones con sus jugadoras.

Al concluir los entrenamientos, la lectura de pasajes seleccionados se convirtió en un ritual que fomentaba la reflexión y el crecimiento colectivo. “Creo que hay muchísimos libros buenos de los que la gente puede aprender”, declaró Bluder a The Athletic, al enfatizar el valor de integrar lecciones literarias en el desarrollo tanto deportivo como humano.
El desafío de guiar el talento
La llegada de Clark a Iowa en 2020 supuso un desafío singular para el programa. Con un promedio de 33 puntos por partido en la secundaria y reconocida como la mejor jugadora del estado, su extraordinario talento estaba rodeado por una atención mediática sin precedentes. Sin embargo, Bluder notó desde el inicio que Clark tendía a cargar con toda la responsabilidad en los partidos, sin lograr aún integrarse plenamente al juego grupal.
“La verdadera medida de un gran jugador es la capacidad de hacer que quienes le rodean se vean bien”, afirmó Bluder, estableciendo como objetivo transformar esa energía individual en una fuerza colectiva. Así, decidió regresar al libro Sacred Hoops: Spiritual Lessons of a Hardwood Warrior. Inspirada por los capítulos en los que Jackson describe cómo ayudó a Jordan a gestionar la presión y la fama en los Chicago Bulls, la entrenadora compartía los pasajes más significativos con Clark, tanto durante los viajes como en charlas personales.
Siguiendo la filosofía de Phil Jackson, que siempre sostuvo que el éxito del equipo depende de anteponer el bien común al lucimiento personal, Bluder convirtió este principio en una guía para Clark. Un episodio lo ilustra claramente: cuando la jugadora expresó su frustración por la falta de implicación de una compañera, la entrenadora le preguntó si había invitado a entrenar juntas. Al recibir una respuesta negativa, resaltó la necesidad de confiar y compartir el protagonismo dentro del grupo.

De la presión a la confianza
El proceso de Clark para convertirse en líder no estuvo libre de obstáculos. Su creciente notoriedad y las defensas implacables de sus rivales la expusieron a una presión similar a la que enfrentó Jordan ante los Pistons, según relató Bluder en conversación con The Athletic.
Para evitar caer en provocaciones, Bluder transmitió a Clark la filosofía del “guerrero pacífico”, inspirada en las enseñanzas de Jackson: mantener la calma y la concentración frente a las provocaciones, porque dejarse llevar por ellas es lo que todos recordarán.
El manejo de la fama también se convirtió en un desafío constante. Clark debía lidiar con los medios antes y después de cada partido, lo que generaba agotamiento y algunas fricciones internas. Bluder hizo alusión al ejemplo de Jordan, quien aprendió a utilizar su exposición no solo para sí mismo, sino para destacar el trabajo de su equipo.
El círculo fuerte: unión y confianza por encima de todo
La cultura de equipo en Iowa, fortalecida con el circle time —un ritual donde las jugadoras compartían pensamientos y objetivos antes y después de cada entrenamiento—, se había consolidado mucho antes de la llegada de Clark, pero adquirió un nuevo significado bajo la presión mediática y deportiva.

Este espacio consolidó los lazos personales y la confianza entre las jugadoras. Cuando los rivales intentaban desestabilizar a la jugadora, el grupo respondía unido. “Nuestro círculo era muy fuerte. Los compañeros querían proteger a Caitlin. Y entonces tienes algo realmente especial”, aseguró Bluder.
El momento cumbre llegó tras la victoria de la Universidad de Iowa sobre UConn en la Final Four. En la conferencia de prensa, Clark alabó abiertamente a sus compañeras: destacó la energía de Stuelke, el profesionalismo de Kate Martin y la defensa de Gabbie Marshall. “Todos están dando un paso adelante. No es solo un jugador, no es solo una persona. No estaríamos aquí si fuera solo una persona”, afirmó Clark. Así dejó entrever su evolución definitiva en líder.
La confianza en el grupo, la humildad para reconocer el aporte colectivo y la convicción de que la grandeza individual florece solo cuando se comparte son los pilares del liderazgo que forjaron la nueva versión de Clark, como destacó Bluder en conversación con The Athletic.