La creación de los equipos de Fórmula 1 de Red Bull para 2026 se asemeja a una partida de ajedrez. La principal escudería de la bebida energética únicamente confirmó a Max Verstappen, quedando por definir quién será su compañero y quiénes formarán parte de la escudería satélite, Racing Bulls.
El reciente rendimiento de Yuki Tsunoda en el Gran Premio de Azerbaiyán modificó el paisaje de Red Bull de cara a la temporada 2026. La continuidad de Max Verstappen en Milton Keynes ya está garantizada, y la figura emergente de Isack Hadjar (actualmente en Racing Bulls) se perfila como una pieza clave para el futuro del equipo. La presión sobre los pilotos de Red Bull, incluyendo a Liam Lawson (Racing Bulls) y el mismo Tsunoda, se intensificó, ya que sus rendimientos recientes podrían ser determinantes para definir la alineación del equipo y su filial en los próximos años.
El sexto puesto conseguido por Tsunoda en Bakú fue su mejor resultado con Red Bull, siendo el mejor desempeño de un compañero de Verstappen desde el Gran Premio de Estados Unidos en 2024. Por su parte, Lawson alcanzó la quinta posición, consolidando un fin de semana sólido, aunque no se disipa la incertidumbre sobre su futuro.
De acuerdo a lo divulgado por Last Word on Sports, la gestión de Laurent Mekies al mando del equipo ha introducido cambios significativos en el proceso de toma de decisiones en Milton Keynes, aunque todavía no se han tomado decisiones definitivas respecto a la plantilla de pilotos para 2026.
La situación de Tsunoda mejoró tras su actuación en Bakú, aumentando sus chances de permanecer en la parrilla el año próximo. Sin embargo, la posición de Lawson se percibe como más delicada, a pesar de su rendimiento competitivo. El reto para Red Bull radica en la dificultad de evaluar a sus pilotos, tras el ascenso y posterior descenso de Lawson en 2025, lo que complica las valoraciones para la temporada siguiente.
En el caso de Tsunoda, la falta de pruebas de pretemporada y un accidente en Imola limitaron su adaptación al RB21, colocándolo en desventaja respecto a Verstappen. Además, durante varios fines de semana no tuvo el mismo fondo plano que su compañero, lo que agravó las dificultades en circuitos exigentes. Lawson, por otro lado, tuvo que superar el impacto psicológico de ser reemplazado tras solo dos carreras, algo que afectó negativamente su valor de mercado. Aunque Lawson superó a Hadjar en varias pruebas antes del receso de verano, el podio de este último en Zandvoort fue un gran impulso a su cotización y a su posición dentro del grupo de pilotos de Red Bull.
En este momento, la presencia de Hadjar en el equipo titular de 2026 parece casi asegurada, aunque aún falta definir en qué escudería competirá, si ascenderá a Red Bull o permanecerá en Racing Bulls. Para Tsunoda y Lawson, el cierre de 2025 será crucial: necesitan mantener un alto nivel de rendimiento para no quedar en una situación complicada.
Red Bull, por su parte, negó los rumores sobre una decisión tomada respecto al ascenso de Hadjar, enfatizando que no hay prisa por definir la alineación, aunque el joven francés sigue siendo el favorito para acompañar a Verstappen.
El futuro de Lawson depende en gran parte de su capacidad para finalizar el año con resultados destacados, lo que podría contrarrestar el entusiasmo generado por Hadjar. La situación se complica con la presencia de Arvid Lindblad, considerado el joven más prometedor de Red Bull en Fórmula 2, aunque su séptimo puesto en la clasificación actual podría llevar al equipo a mantenerlo en la categoría un año más si Tsunoda y Lawson logran consolidarse.
Un análisis de Motorsport sobre el rendimiento de Tsunoda en Bakú revela que, aunque el japonés se mantuvo en la sexta posición durante las últimas vueltas, su satisfacción fue moderada. Tras una parada en boxes tardía, Yuki volvió a pista por delante de Lawson, pero este último aprovechó la temperatura óptima de sus neumáticos para adelantarlo. El nipón explicó que evitó una maniobra arriesgada para no comprometer la posición de ambos Red Bull frente a Lando Norris, priorizando el resultado del equipo.
El asesor de Red Bull, Helmut Marko, destacó en diálogo con ORF que en Bakú los tiempos por vuelta de Tsunoda estuvieron en ocasiones cerca de los de Verstappen, afirmando: “Sus tiempos por vuelta estuvieron casi al nivel de Max en algunos momentos”. Sin embargo, un análisis detallado de las vueltas en aire limpio muestra que, durante 14 giros previos a su parada, Tsunoda fue, en promedio, 0,542 segundos más lento que Verstappen, con una diferencia mínima de 0,226 segundos en la vuelta 35.
El mismo Mekies valoró la actuación de Tsunoda como la mejor del año, destacando su fuerza tanto en clasificación como en carrera: “A veces estaba a dos, a veces a tres, a veces a cuatro, casi nunca a cuatro décimas de Max. Y Max se alejó de todos con este ritmo. Fue un ritmo muy bueno, así que aún tenemos tiempo. No esperaremos hasta Abu Dhabi, pero seguro que tenemos algunas carreras más antes de decidir”, declaró a Sky Sports. El jefe de Red Bull también resaltó que, a diferencia de períodos anteriores, Tsunoda no necesitó defenderse agresivamente de McLaren y Ferrari, sino que mantuvo su posición por méritos propios.
El respaldo de Mekies suposo un cambio respecto a la gestión de Horner. Según explicó Helmut Marko a Sky Sports, tras el Gran Premio de Italia, el equipo modificó el RB21 para adaptarlo mejor a las necesidades de Tsunoda, lo que permitió que el piloto japonés se sintiera más cómodo y desbloqueara un mejor rendimiento, especialmente en las tandas largas.
El compromiso de Tsunoda con la mejora del monoplaza quedó claro cuando, después del Gran Premio de Hungría, decidió cancelar sus vacaciones de verano para trabajar en el simulador de Red Bull en el Reino Unido, según relató a The Race.
Este esfuerzo adicional permitió identificar soluciones técnicas que se tradujeron en una mejora significativa del RB21 en Bakú. Tsunoda reconoció: “Algo que cambié en el auto parece estar funcionando muy bien, y también he trabajado duro en algunos ajustes en mi conducción”. El resultado de este trabajo se reflejó en su capacidad para mantener a raya a rivales como Lando Norris (McLaren) y Lewis Hamilton (Ferrari), aunque aún no alcanza el ritmo de Verstappen. Mekies insistió en que Bakú representó la mejor carrera de Tsunoda con el equipo, tanto en resultados como en ritmo de carrera, y que obtener una muestra limpia era un objetivo prioritario para Red Bull.
La competencia interna entre Tsunoda, Lawson y Hadjar sigue abierta, y la dirección de Red Bull considera que esta rivalidad puede elevar el nivel de todos sus pilotos. Las próximas carreras serán cruciales para definir al compañero de Verstappen en 2026 y cómo se conformará el equipo satélite.