La presión emocional que enfrentan los deportistas de élite se hizo evidente en el US Open cuando la tenista Coco Gauff, actual número tres del mundo, no pudo contener las lágrimas durante un intenso partido contra Donna Vekic. La estadounidense de 21 años se abrió ante los 24.000 espectadores que llenaban el estadio, enfatizando la carga mental que conlleva competir al más alto nivel.
El partido de segunda ronda entre Gauff y la tenista croata se definió en dos sets: 7-6 (5) y 6-2, después de 1 hora y 39 minutos de juego a favor de la norteamericana. La joven atleta estuvo cerca de perder el primer set, lo que la llevó al borde del colapso emocional. Durante el noveno juego, al ceder su servicio, la tercera cabeza de serie rompió en llanto sobre su toalla, afectada por una serie de errores y dificultades con su saque.
“Solo intentaba recordarme que debía respirar”, relató Gauff al finalizar el partido. Luego añadió: “Sinceramente, no recuerdo mucho del final del primer set, pero es increíble haber logrado salir de esa situación. Una vez que logré recuperarme, fui al baño y me eché un poco de agua en la cara. Después de eso, me sentí mucho mejor aquí”.
La estadounidense, también campeona de Roland Garros, compartió con el público la intensidad de los nervios y la presión que ha sentido en este torneo, admitiendo que ha sido mayor de lo habitual. “Honestamente, solo eran nervios y presión, y soy de las que normalmente prosperan con eso. He tenido mucho en este torneo, más de lo normal, algo que ya esperaba. Básicamente, lo que mostraron fue lo que fue, y logré recuperarme. Pero sí, fue un momento difícil para mí en la cancha. Han sido unas semanas complicadas dentro y fuera de la pista, pero estoy feliz de haberlo superado hoy”, confesó Gauff**.
El contexto personal de la tenista ha cambiado recientemente debido a una modificación en su equipo técnico. Poco antes del inicio del US Open, Gauff decidió separarse de su entrenador, Matt Daly, y contrató al especialista en biomecánica Gavin MacMillan para trabajar específicamente en mejorar su saque. Sobre este proceso, explicó: “El mayor reto es, nuevamente, cambiar el movimiento y todo antes de un torneo tan importante para mí. Este es uno de los torneos que más nerviosa me pone, y además, es mucho. Hoy me sentí mucho mejor al comenzar el partido que en la primera ronda. Eso ya es un avance”.
La capacidad de expresar emociones sin filtros en un escenario tan visible fue otro de los puntos que Gauff quiso recalcar. La tenista manifestó: “Se siente humano. Como deportista, la gente a menudo ignora ese lado nuestro, el lado más humano de las cosas. Si me retiro y no agarro una raqueta mañana, habría tenido una carrera con la que muchos soñarían. Cuando estoy ahí fuera y suceden cosas como esas, ceder un poco a la presión es normal. Todos los deportistas profesionales que han estado donde yo estoy han sentido esa presión en algún momento de su carrera, mostrando sus emociones públicamente, como yo, o en privado.”
