Franco Colapinto intentó apaciguar la creciente tensión que se había generado en torno a Alpine, tras el Gran Premio de Hungría de Fórmula 1, donde la escudería francesa fue objeto de críticas tras su desempeño en las dos paradas en boxes.
“Ganamos y perdemos juntos. Seguimos luchando. Ya van a venir las buenas”, fue el mensaje compartido en la cuenta de Instagram del piloto argentino, que sirvió como un llamado a la unidad en medio de la tormenta mediática y la frustración de los aficionados, que rápidamente señalaron los errores del equipo. Entre los comentarios de apoyo, destacó el de Bizarrap: “Así es la vida. Es fundamental esta etapa para lo que viene. Más fuertes que nunca, hermano”.
La jornada en el circuito húngaro fue especialmente complicada para Colapinto, quien había llegado con expectativas de sumar puntos, pero vio cómo su carrera se desmoronaba desde el inicio. Perdió cuatro posiciones en los primeros metros, una situación que el equipo intentó corregir con una estrategia de dos paradas en boxes. No obstante, la ejecución de esta táctica empeoró la situación: los mecánicos de Alpine cometieron errores poco habituales en el automovilismo de élite, acumulando un retraso total de 18 segundos en las detenciones, un tiempo que en la Fórmula 1 suele marcar la diferencia entre luchar por posiciones y quedar relegado al fondo del pelotón.

La primera parada en boxes se extendió durante 11 segundos, mientras que la segunda consumió 7 segundos adicionales. Estos tiempos, muy por encima de los estándares de la categoría, condenaron al piloto de Pilar a ocupar el último lugar en ambas ocasiones, sin posibilidad de recuperar terreno. La secuencia de errores no pasó desapercibida para el entorno de Colapinto: tanto su representante, Jamie Campbell-Walter, como el empresario Marcos Galperín, expresaron su descontento, uniéndose a las voces críticas que proliferaron en redes sociales y foros especializados.
En declaraciones a la prensa tras la carrera, Colapinto no ocultó su decepción con respecto a la estrategia adoptada por Alpine. “Hay que verlo con los ingenieros en el box. Perdimos mucho tiempo. Una carrera para el olvido, no teníamos mal ritmo… fue un desastre”, expresó el piloto, enfatizando que el rendimiento del monoplaza no había sido la principal dificultad, sino la acumulación de errores en la gestión de la competencia.
La reacción de Colapinto en redes sociales, horas después de emitir sus declaraciones más críticas, buscó suavizar el ambiente de reproches y salvaguardar la cohesión interna del equipo. Este gesto fue interpretado como un intento de prevenir una escalada de tensiones que pudiera repercutir en el trabajo conjunto durante el resto de la temporada.
Mientras tanto, la actuación de Alpine en Hungría evidenció la urgente necesidad de revisar procedimientos y rectificar errores operativos que, en una disciplina tan exigente como la F1, pueden acarrear consecuencias inmediatas y significativas en los resultados.
Franco Colapinto y Pierre Gasly permanecerán en Budapest, ya que esta semana realizarán pruebas de neumáticos Pirelli para 2026. Después, el piloto argentino se trasladará a la base en Enstone para trabajar en el simulador y prepararse para las próximas dos carreras, que se llevarán a cabo en Zandvoort, Países Bajos el 31 de agosto, y en Monza, Italia, el 7 de septiembre, donde el año pasado el bonaerense debutó en la Máxima con Williams.