El equipo Alpine vio cómo sus dos pilotos perdieron toda posibilidad de avanzar a la Q2 el sábado en el circuito urbano de Bakú, con apenas unos segundos de diferencia entre ellos.
En un reinicio de la Q1, a seis minutos del final, tras la segunda bandera roja de la sesión provocada por un choque del Sauber de Nico Hulkenberg, todos los pilotos—excepto Alex Albon, quien había tenido un incidente previo—regresaron a la pista para jugárselo todo en la primera fase de la clasificación.
Franco Colapinto había logrado alcanzar la décima posición antes de la detención provocada por Hulkenberg, pero tanto él como su compañero de equipo, Pierre Gasly, fueron de los últimos en salir a pista tras el retorno de la bandera verde. Esto los dejó en zona de eliminación en los instantes finales, mientras otros competidores completaban sus vueltas rápidas.
En sus respectivas últimas vueltas, Gasly no pudo tomar la curva 4 y tuvo que utilizar la escapatoria, mientras que Colapinto, que venía unos segundos detrás en la pista, perdió el control de su vehículo al llegar a ese mismo punto. Sin embargo, su situación fue más complicada que la del francés, ya que impactó con fuerza contra las defensas.
Colapinto, quien explicó que el accidente fue causado por una fuerte ráfaga de viento, concluyó la sesión en la 16ª posición, tres lugares por delante de Gasly, que ocupó el 19º puesto y fue penúltimo.

Flavio Briatore, Alpine F1
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Briatore lamentó lo ocurrido con sus dos pilotos, ya que consideró que Alpine estaba mostrando indicios de progreso durante el fin de semana en Azerbaiyán.
“No ha sido un buen día para el equipo, con ambos coches eliminados en la Q1. Este circuito ha resultado complicado para nosotros y, sesión tras sesión, parecía que dábamos pequeños pasos hacia adelante en la mejora de nuestro paquete”, comentó el italiano.
El asesor de Alpine indicó que tanto Colapinto como Gasly tuvieron que asumir riesgos significativos para intentar clasificar a la Q2, pero terminaron siendo víctimas de las condiciones de pista, en las que el viento desempeñó un papel crucial durante la jornada.
“Tuvimos que asumir algunos riesgos si queríamos progresar en la clasificación, y ambos pilotos estuvieron empujando al máximo en todas sus vueltas. Al final, se encontraron sorprendidos por las difíciles condiciones, al igual que les sucedió a otros competidores durante la sesión”.
Tras una clasificación histórica con seis banderas rojas, Briatore anticipó que la carrera del domingo también podría estar marcada por incidentes, lo que podría ofrecer oportunidades para avanzar posiciones.
“No es el resultado que esperábamos y ahora tenemos reparaciones que realizar antes de la carrera. Será una competencia dura y, como mínimo, debemos aspirar a estar en una posición que nos permita aprovechar cualquier circunstancia que pueda surgir”, concluyó.