De juvenil a campeona, la travesía de Alejandra Pérez Giménez y su enfoque en disfrutar cada partido.

Desde joven, Alejandra Pérez Giménez se destacó en varios deportes, incluyendo el voleibol, natación, cama elástica, saltos ornamentales y gimnasia artística. Fue convocada para formar parte de los seleccionados argentinos en saltos y vóley. El deporte siempre fue parte de su vida.

Sin embargo, fue el tenis el que la cautivó a los once años. A los quince, comenzó a competir representando a Buenos Aires en campeonatos nacionales. Tras una extensa carrera y un período de enseñanza, regresó al circuito profesional en 2017 con el ITF Masters Tour. Desde entonces, se ha mantenido como líder del ranking argentino en la categoría seniors +55 hasta enero de 2025.

El año pasado, Pérez Giménez alcanzó el top ocho del mundo en el Campeonato Mundial en México, lo que la puso entre las mejores doce del ranking internacional. Impulsada por este reconocimiento, busca recuperar puntos y permanecer en la élite del tenis senior internacional.

Giménez de joven, en un

Pérez Giménez, referente del tenis senior y reconocida como Personalidad Destacada en el ámbito del Deporte de la Ciudad de Buenos Aires, así como número trece del mundo en el ITF Masters Tour, ha construido un camino en el tenis lleno de logros y experiencias internacionales. En una charla con Infobae, compartió su historia, sus referentes deportivos, sus rutinas, su rol como docente y el significado de enseñar y competir después de los 50.

-¿Cómo comenzaste en el tenis?

– A los once años, una vecina me comentó que empezaría a ir a una escuelita de tenis. Eso me emocionó y empecé a pedirle a mi papá que me llevara. Las clases eran los domingos y siempre me preparaba con anticipación. A veces iba a jugar al frontón antes de la clase. Uno de mis profesores, Mariano Zaineldín, fue un gran referente para mí y su apoyo marcó mi deseo de enseñar. Se quedaba después de las clases para jugar un rato más y me daba consejos que guardo hasta hoy.

– ¿Quiénes eran tus ídolos en el tenis? ¿Qué te gustaba de ellos?

– Mi gran ídola fue Gabriela Sabatini, con quien tuve la suerte de entrenar en la academia de APEI en Key Biscayne. Cuando ganó el Lipton y comenzó a subir en el ranking, la vi como un modelo a seguir. Aunque no mantenemos contacto constante, de vez en cuando hay un acercamiento. También admiro a Serena Williams por su potencia y técnica, y a Roger Federer por su estilo y su revés a una mano, el mismo que le enseño a mi hija, quien también es jugadora.

Giménez, junto a Gabriela Sabatini

– ¿Cómo llegaste a la academia de Nick Bollettieri?

– Llegué por invitación, gracias a una beca que me otorgó uno de mis profesores, Carlos Salum. Primero estuve en la academia de Dennis Van der Meer en Hilton Head, Carolina del Sur, lo que me abrió puertas en el circuito profesional. Luego, recibí la invitación de la academia de Nick Bollettieri, donde entrenaban jugadores como Andre Agassi y Monica Seles. Fue un período de mucho aprendizaje.

– Con 17 años, representaste al país en el Campeonato Sudamericano de Tenis en Curitiba, Brasil. ¿Qué significó esa experiencia para vos?

– Fue emocionante, fue mi primer viaje sin mi familia y una experiencia inolvidable. Representar a Argentina en ese torneo fue un honor y un valioso aprendizaje.

– ¿Por qué dejaste el tenis a los 23 años?

– A esa edad, decidí formarme como profesora de tenis en la academia de Dennis Van der Meer. El tenis competitivo requiere mucho, y sin sponsors o recursos era difícil costear los torneos WTA y ITF. Luego de esos torneos, participaba en ProAm para recolectar fondos. Logré obtener el título de Professional, el más alto que otorgan, y al volver a Argentina, apareció una oportunidad laboral en la embajada de los Estados Unidos, donde soy entrenadora desde 1991.

La tenista junto a su

– ¿Cómo continuó tu vida en ese período?

– La enseñanza del tenis se convirtió en el centro de mi vida. La docencia en Buenos Aires y el intercambio con alumnos de diversas edades me mantuvo siempre conectada con el deporte.

– Luego volviste a competir, ¿cómo surgió esa oportunidad?

– En 2017 supe sobre el Mundial de seniors en Estados Unidos y pregunté cómo podía clasificarme. Me explicaron que debía ganar todos los torneos para estar entre las tres mejores de Argentina, así que empecé el camino. Finalmente, logré el primer puesto y competí en el Mundial en la categoría +45, lo que fue un gran desafío personal.

– Desde 2017, sos N°1 del ranking argentino en categoría seniors 55+. ¿Cuál es el secreto para mantener un nivel tan alto?

– La clave es la disciplina, la constancia y la continuidad. Entreno todos los días y tengo la suerte de que mis alumnos me ayudan en la preparación. La rutina debe incluir atención en la alimentación, descanso y enfoque tanto físico como mental.

– ¿Qué diferencias ves entre la Alejandra competitiva del pasado y la de ahora? ¿Cómo haces un balance personal?

– Al principio, competía disfrutando cada partido, pero con el profesionalismo surgen las presiones y esa alegría puede perderse. Ahora priorizo disfrutar el juego, incluso en competencia. Es una manera distinta de vivir el tenis.

– En relación a la edad, ¿cómo se diferencia el tenis de otras disciplinas?

– El tenis es un deporte que se puede practicar toda la vida. Aunque requiere buena condición física y flexibilidad, permite mantenerse activo a distintas edades y presenta menos riesgos en comparación con otras disciplinas.

– ¿Cómo evalúas la escena del tenis senior? ¿Necesita más difusión?

– Según César Francis, secretario de la Asociación Argentina de Tenis (AAT), con la nueva gestión aumentó un 30% la participación en torneos seniors. Además, la AAT se encargará de los torneos más importantes y de grado uno. Sin embargo, noto que hace falta más difusión y la realización de más torneos internacionales en Argentina.

– ¿Cuáles son los próximos desafíos competitivos de Alejandra Pérez Giménez?

– Mi calendario incluye los nacionales que comienzan esta semana. Luego, en Mendoza, tengo un torneo ITF 700, uno de los pocos que hay y que sería importante aumentar. Después, estaré en Porto Alegre la semana del 3 de noviembre, y en Santiago de Chile la semana del 10, ambos son torneos MT 700. El 17 de noviembre participaré en un torneo en Náutico San Isidro, también de nivel MT 700. La semana siguiente, el 24 de noviembre, jugaré un MT 400 en Punta del Este. En diciembre, la semana del 8, hay un MT 1000 en Santiago. Ya hablé con el secretario de la asociación para que ese torneo no coincida con el máster que se juega al final de año, esperando que puedan ajustarlo para aprovechar el torneo de Santiago, que otorga buenos puntos para el ranking internacional.

Alejandra Giménez fue destacada como

– Como profesora de tenis, además de la habilidad, ¿qué valores intentas inculcar en tus alumnos?

– Transmito mi pasión por el tenis y destaco la importancia de la técnica correcta, la preparación física y la concentración en el entrenamiento. Siempre busco que mis alumnos se enfoquen en el presente en la cancha y valoren las buenas sensaciones de un golpe bien hecho.

“Compartir el entusiasmo por el tenis, ayudar a formar jugadores y ver el crecimiento de mis alumnos es lo más gratificante de la docencia”, dice Pérez Giménez, quien sigue siendo la número uno en el ranking argentino mientras enseña y compite en el ámbito sénior.