DEPORTES

Detienen a Moi, El Orejas, campeón de kickboxing por su implicación en un homicidio en Tenerife, España

Moisés Baute quedó implicado por un homicidio en Tenerife, España. Los detalles de la investigación

1 de agosto de 2025
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La figura de Moisés Baute, campeón de kickboxing, se erige como un protagonista clave en la reciente muerte violenta de un hombre, cuyo cadáver fue llevado por los propios supuestos responsables a una comisaría de la Policía Nacional en Santa Cruz de Tenerife, España. Junto a él, Jonathan Martín, apodado “Johnny El Gordo” y portero de una discoteca local, se entregó a las autoridades, lo que ha desencadenado una investigación por homicidio que conmociona a la isla.

En la madrugada del miércoles, la escena frente a la comisaría de Tres de Mayo resultó tan excepcional como reveladora: dos hombres descendieron de un vehículo, y en el asiento trasero yacía el cuerpo sin vida de Albertito, vecino del barrio de El Cardonal. El cadáver mostraba señales evidentes de haber sufrido una muerte violenta. Lejos de huir, los dos hombres decidieron entregarse de inmediato, una elección que, según fuentes policiales, habría sido recomendada por sus asesores legales, tal como indicó el medio local El Día, la opinión de Tenerife. El reconocimiento anticipado de un delito tan grave puede implicar atenuantes y disminuir la pena, una estrategia legal que no pasa desapercibida en el entorno del crimen.

La investigación, liderada por el Grupo de Homicidios, explora diversas hipótesis. Una de las líneas primordiales sugiere un posible ajuste de cuentas relacionado con el tráfico de drogas, aunque los agentes no descartan otras motivaciones. La víctima, que mantenía una relación cercana con los ahora detenidos, había sido reportada como desaparecida por su pareja la tarde anterior. Esta misma señaló a la policía que Albertito tenía planes de reunirse ese día con Baute, conocido como “Moi El Orejas”, un dato clave para reconstruir los acontecimientos.

La complejidad del caso se acentúa por la existencia de un tercer implicado, actualmente hospitalizado, quien habría sido agredido durante el mismo incidente. Los investigadores están intentando determinar si la reunión resultó en un desacuerdo que derivó en la retención ilegal y torturas a la víctima, o si la muerte ocurrió durante una pelea o ataque no premeditado. La posibilidad de que la situación se les “fuera de las manos” a los agresores sigue abierta, mientras se examinan otras circunstancias que podrían haber influido en el desenlace.

El perfil de Moisés Baute añade un aspecto relevante al caso. Conocido en ámbitos delictivos y policiales desde hace más de 15 años, su historial incluye delitos como robos de drogas a otros traficantes y actos de intimidación por encargo. En noviembre de 2023, el Juzgado de lo Penal número 8 de Santa Cruz de Tenerife lo condenó a dos años y medio de prisión por coaccionar al empresario Víctor Estévez en el Real Casino de Tenerife, con el fin de que retirara una demanda por una deuda superior a un millón de euros. En esa ocasión, la jueza consideró probado el delito de obstrucción a la justicia y aplicó la agravante de abuso de superioridad, dada la diferencia física entre los agresores y la víctima.

La corpulencia de Baute es un detalle significativo. Directivo del equipo de fútbol Unión Deportiva Añaza, supera los 91 kilos y mide considerablemente más que la media, características forjadas tras años de entrenamiento en deportes de contacto. En octubre de 2019, se consagró campeón del mundo de la organización Enfusion en la categoría de menos de 95 kilos en Wuppertal, Alemania. Su reputación en el circuito de kickboxing y otras disciplinas lo ha convertido en uno de los luchadores más reconocidos de Canarias.

La trayectoria de Baute y su entorno, donde se destacan otros nombres como los Gemelos de Añaza, se ha construido a través de acciones violentas, especialmente robos a traficantes de droga, conocidos como “paleros”. En estos “vuelcos”, la mecánica implica apoderarse de sustancias estupefacientes sin realizar pago alguno y luego distribuirlas en el mercado local, lo que hace crecer los beneficios y aumenta el riesgo de represalias.

El caso de la muerte de Albertito resalta la complejidad de las relaciones en el submundo criminal de Tenerife y la dificultad para delimitar las fronteras entre la intimidación, el ajuste de cuentas y la violencia letal. La investigación policial sigue su curso sin descartar ninguna hipótesis, mientras la sociedad insular atestigua un episodio que pone de manifiesto la persistencia de dinámicas delictivas arraigadas en ciertos barrios de la capital.

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