Las declaraciones de Casper Ruud sobre el ambiente en las pistas del US Open han reavivado un debate que ya había emergido en ediciones anteriores del torneo. El tenista noruego, reciente finalista del certamen mixto, compartió en una entrevista con un medio de su país su experiencia al competir en Nueva York: “Vayas donde vayas huele a marihuana y eso también se traslada a las pistas de tenis. Hay que aceptarlo, pero no es que sea mi olor favorito”, afirmando que dicha situación es parte del día a día en la ciudad y en el propio evento.
“Me parece molesto estar en la cancha y que alguien fume un porro. No es divertido para los jugadores sentirse cansados y al mismo tiempo tener que inhalar ese olor. No podemos hacer nada al respecto a menos que se modifique la ley, pero dudo que eso suceda”, afirmó el noruego.
La percepción de Ruud no es un caso aislado. Hace dos años, durante un partido en la cancha 17 del complejo de Flushing Meadows, la jugadora griega Maria Sakkari expresó su incomodidad por el fuerte aroma a cannabis, llegando a manifestar su malestar a la juez de silla. La ubicación de esa pista, adyacente al Corona Park, parece facilitar la llegada de olores del exterior. Sakkari fue clara al describir su impresión: “Creo que era hierba (marihuana) y que el olor venía del parque”.
La tenista Rebeka Masarova corroboró esta situación al compartir su propia experiencia en ese mismo escenario: “En 2021 jugué en esa pista con Svitolina y ya olía, lo que pasa es que no me afectó de manera negativa”. Sus declaraciones reflejan que la presencia del olor a marihuana en las instalaciones del torneo no es algo reciente ni exclusivo de un solo partido.
En esa ocasión, la Asociación de Tenis de Estados Unidos (USTA) llevó a cabo una investigación para identificar el origen del aroma señalado por la tenista, y según el portavoz Chris Widmaier, “no se encontró prueba de que alguien estuviera fumando” en las instalaciones del estadio, confirmando que el olor provenía de las áreas circundantes.
El contexto legal en Nueva York ha cambiado desde 2022, cuando se autorizó el consumo recreativo de marihuana en la ciudad. Esta normativa ha impactado directamente en la atmósfera de eventos multitudinarios como el US Open, donde la proximidad de los recintos deportivos a espacios públicos como el Corona Park facilita la llegada de olores externos a la competición.
Las quejas de los jugadores, incluidos Ruud, Sakkari y Masarova, destacan un aspecto particular de la experiencia en el Abierto de los Estados Unidos, donde el entorno urbano y las nuevas regulaciones influyen en las condiciones de juego de una manera poco habitual en otros torneos del circuito.
En cuanto al certamen de este año, Ruud, 12° preclasificado, se enfrentará al austríaco Sebastian Ofner en el Louis Armstrong Stadium en la primera ronda del Grand Slam.
