
Regresó el último ídolo, el jugador que volvió a ilusionar a Boca, el hijo pródigo de las divisiones inferiores que la rompió en Europa y que conquistó todo lo que se podía ganar con el club. Carlos Tevez volvió a pisar el verde césped de la Bombonera, pero esta vez, con la camiseta opuesta. Sin embargo, la dirigencia xeneize repitió la fórmula de su primera etapa: un homenaje para que sea ovacionado.
"Te quiero mucho, Chelo", le expresó a Delgado, quien tuvo el honor de entregarle la camiseta con su apellido y el número diez. El siempre sonriente Carlitos se llevó la mano al corazón y levantó los brazos en señal de gratitud hacia toda la Bombonera que le gritaba ", , , Tevez" y luego "Tevez querido, la Doce está contigo", mientras mostraba una bandera con un contundente lema "De Boca, vago y atorrante" y su imagen de aquel partido ante Inter en Brasil por la Copa Libertadores.
El Apache llegó de nuevo a la Bombonera, pero esta vez desde la vereda rival, enfrentando una difícil misión: jugar un mano a mano contra el club de su vida por un lugar en cuartos de final del Clausura. A pesar de la importancia del encuentro, la gente de Boca no olvida su entrega en la cancha y el amor que mostró siempre, tanto dentro como fuera de ella.
En efecto, el Apache se mostró muy agradecido, se acercó a saludar a Claudio Úbeda y se abrazó con su único ex compañero que fue titular: Chango Zeballos, a quien había elogiado en el pasado, destacando que "tenía futuro en el fútbol europeo".
Así, la Bombonera rindió homenaje a uno de los pibes de Fuerte Apache que escribió páginas doradas: 274 partidos, 94 goles, 11 títulos, incluyendo Libertadores e Intercontinental. Historia pura...





