Habrá que estar contentos de que, en estas tierras, la racha de malos resultados no desencadena la ira de los simpatizantes. Se recuerdan, aunque en voz baja, algunas “apretadas” a jugadores de Patronato hace algunos años, que incluyeron reacciones hacia los autos de los futbolistas. Incluso ANÁLISIS publicó en 2018 el extraño caso de Damián Lemos, a quien le incendiaron su coche. La propia web recordó en 2024 un inusual brote de violencia en el hockey sobre césped que llevó a un encuentro entre dirigentes entrerrianos y árbitros.
Recientemente, fue noticia la reacción desmedida del jugador de Estudiantes, Sebastián Dorigón, quien en un clásico encuentro de rugby, correspondiente a la fecha 15 del Torneo Regional del Litoral, golpeó a un simpatizante del Paraná Rowing Club. La institución del Parque Urquiza emitió un comunicado indicando que aplicará una sanción ejemplar al rugbier.
Por otra parte, el clásico de Viale en la Liga Paraná Campaña de Fútbol, entre Viale FC y Arsenal, también tuvo momentos de violencia entre los jugadores, y el árbitro Matías Toranzo estuvo cerca de ser agredido durante la disputa.
Gustavo Bou, exjugador de Racing y actual presidente de Defensores de Nebel, fue uno de los pocos en la Liga Concordiense de Fútbol que repudió enérgicamente los episodios de violencia en el ámbito local, que incluso obligaron a suspender momentáneamente la actividad.
A nivel nacional, los sucesos en Colón de Santa Fe no pasan desapercibidos y crecen de manera preocupante. No solo con protestas e incidentes en su estadio, sino que esta semana la Policía tuvo que actuar con balas de goma para disuadir a un grupo de aficionados exacerbados, producto de la mala campaña en la Primera Nacional.
“Acá eso no pasa”, se escuchó de un dirigente deportivo entrerriano.
Aunque no se llega a tal gravedad, la violencia está presente, incluso en un partido de baloncesto o en encuentros infantiles de fútbol.
Por ello, es mejor prevenir que curar. Si bien en la provincia (donde últimamente muchos equipos de baloncesto y fútbol han perdido la categoría) no se observa el mismo nivel de fanatismo que en Rosario, Córdoba o Santa Fe, es fundamental permanecer alerta.
En Entre Ríos, se promulgó en 2020 la Ley 10.851, que estableció un programa de sensibilización y capacitación contra las violencias en el deporte, orientado a prevenir y abordar estas conductas para promover un ambiente deportivo más seguro y respetuoso.
Son palabras alentadoras que en algunos casos se llevan el viento, mientras se ramifican hechos de violencia que no deberían pasar desapercibidos.