El dire me dijo que pare de correr

Cualquier piloto de Fórmula 1 puede afirmar con razón que su infancia fue diferente a la de otros niños, pero esta afirmación cobra mayor relevancia en el caso de Esteban Ocon.

Sus padres iniciaron su trayectoria en el karting con un presupuesto muy restringido; incluso llegaron a vender su casa y su taller mecánico para poder continuar, con su padre Laurent desempeñándose como mecánico e ingeniero.

A pesar de que el joven logró conquistar varios campeonatos franceses y avanzó a competencias internacionales, las crecientes exigencias de los viajes afectaron considerablemente su rutina escolar, sus relaciones con compañeros y su rendimiento académico.

“Regresaba de las carreras el domingo por la noche; al día siguiente me despertaba frente a la escuela”, compartió Ocon en una entrevista en el canal francés de YouTube Legend. “Era más fácil así al regresar, ya que realmente no teníamos un lugar permanente donde quedarnos. La mayoría de las veces nos hospedábamos en la casa de mi primo, estacionábamos nuestra caravana allí. Pero al ser tan tarde, aprovechábamos el tiempo estacionando frente a la escuela, y yo iba directo a clase”.

“Por lo tanto, no tenía muchos amigos. Muchos me decían: ‘Eres un gitano, ¿qué haces aquí?’. Tengo un enorme respeto por la comunidad itinerante; ¡de hecho, ellos nos vendieron la caravana! [Mis compañeros] se burlaban de mí, y no fue fácil, sin lugar a dudas”.

Esteban Ocon en el Gran Premio de Macao de 2013.

Esteban Ocon en el Gran Premio de Macao de 2013.

Photo by: Sutton Images via Getty Images

“Faltaba mucho a clases, dado que los viernes teníamos que viajar para las prácticas libres. Incluso el director de la escuela, en ese momento, me dijo: ‘Debes dejar de hacer esto. Francamente, no vas a llegar a ninguna parte. Este es un deporte de ricos. No tiene sentido que continúes’. Bueno, señor, gracias por arruinar mis sueños, pero lo logré”.

“Es desalentador decirle a un niño de 10 u 11 años que no puede alcanzar su sueño”.

Ocon explicó que, a los 14 años, optó por la educación a distancia, con profesores que le enviaban el material de estudio, mientras su madre, Sabrina, guiaba las lecciones. Finalmente, fue contratado por la agencia Gravity Sport Management, vinculada a Enstone, que impulsó su carrera hasta que se unió al programa de jóvenes pilotos de Mercedes tras conquistar su título en la Fórmula 3 Europea.

“No recomiendo a ningún joven seguir el camino que tomamos, porque la educación es fundamental”, enfatizó el actual piloto de Haas. “Es esencial esforzarse en la escuela; nunca se sabe lo que el futuro puede deparar”.

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