La conferencia de prensa del Roberto De Zerbi, director técnico del Olympique de Marsella, marcó un giro decisivo en la tensa situación que atraviesa el club tras el escándalo ocasionado por Adrien Rabiot. El mediocampista francés, integrante de la selección nacional, se convirtió en el foco de atención tras protagonizar una pelea en el vestuario con el joven inglés Jonathan Rowe, conflicto que resultó en la suspensión de ambos del primer equipo y aceleró la salida del futbolista.
De acuerdo con los comunicados oficiales más recientes del Marsella y lo confirmado por De Zerbi durante su rueda de prensa, Rabiot vive sus últimos momentos como miembro del plantel. El escándalo tuvo lugar tras la derrota 1-0 ante el Rennes en la primera jornada de la Ligue 1, momento en el que el técnico italiano decidió apartar a los dos implicados en el incidente violento. El club calificó el comportamiento de ambos futbolistas como “inaceptable” y determinó su inclusión en la lista de transferibles, una decisión respaldada por el cuerpo técnico y basada en el reglamento interno de la institución.
Uno de los momentos más impactantes de la conferencia fue la contundente declaración de De Zerbi: “No voy a prostituirme por un jugador que nos hace ganar partidos”, una frase que reflejó la postura firme asumida por el entrenador. La intervención de los guardaespaldas y la gravedad del incidente afectaron no solo al plantel, sino también al cuerpo técnico. De Zerbi comparó lo sucedido con una pelea de pub y recordó: “En un lugar de trabajo, si dos empleados se pelean, como en un pub inglés, con un compañero inconsciente (Bakola), ¿qué debe hacer el empleador en Francia? Hay dos soluciones: la suspensión o el despido. Hablamos con Benatia y Longoria y esperamos al lunes para comunicar la decisión de apartar a los dos jugadores del equipo”.
Tras el altercado, Rabiot y Rowe fueron excluidos de los entrenamientos y de los partidos oficiales. El mensaje institucional se centró en la necesidad de restablecer el orden y la jerarquía en el vestuario. “En un club de fútbol, como en cualquier ámbito, debe haber una jerarquía. El club está por encima de todo. Antes que los jugadores, está el entrenador y el club. En la historia reciente, Marsella ha enfrentado problemas por la falta de orden y ética dentro de la institución. Por eso, tomamos esta decisión justa, inicialmente temporal,” explicó De Zerbi al detallar su enfoque sobre liderazgo y convivencia en el fútbol profesional.
El propio entrenador admitió que pudo haber silenciado el incidente, pero sostuvo que su integridad y la del club estaban en juego. “Podría haber hecho como si no viera nada. Pero no perderé mi dignidad por no arriesgar el campeonato. Siempre apoyaré al club. Sí, no se rompieron dientes, pero nunca había visto algo así. Veía al médico intentando reanimar al otro jugador caído, mientras Rowe y Rabiot peleaban… Los guardaespaldas tuvieron que intervenir para defendernos y separar a los jugadores”, comentó. De Zerbi enfatizó que la decisión de apartar a los protagonistas será beneficiosa para el club a mediano y largo plazo. “En el campo hay que mostrar valentía, como dicen. Pero no entre compañeros. Nadie debe creerse más fuerte que el club. A largo plazo, esto será positivo”.
El enfrentamiento entre ambos futbolistas generó reacciones rápidas en la dirigencia del Olympique, que priorizó la disciplina y el respeto a la autoridad técnica sobre el rendimiento individual. En este contexto, De Zerbi reiteró que ningún jugador, por talentoso que sea, puede desafiar los valores y la convivencia en una institución como la marsellesa. “Hay otros jugadores y entrenadores fuertes en todas partes. Pero hay que mantener un comportamiento adecuado y ocupar nuestro lugar”.
La controversia se extendió más allá del vestuario con la intervención de la madre y representante de Rabiot, quien acusó públicamente al Olympique de Marsella de no decir la verdad sobre el altercado. De Zerbi respondió de manera clara a la acusación, defendiendo a los directivos del club: “En el entorno de Rabiot se están diciendo cosas falsas. No sobre mí, sino sobre Pablo Longoria y Benatia. Yo soy sincero. Rabiot, esta mañana, vino a hablar conmigo después de una semana. La madre olvidó dos cosas: yo decidí hacerlo capitán. Y en un año, le he dado más atención y cariño a su hijo que al mío propio. Es una decisión justa, donde lo aprecio como hombre.”
El técnico italiano compartió detalles personales de su relación profesional con Rabiot y subrayó la irrevocabilidad de lo sucedido. “Hace diez días, mientras buscaba casa, le ofrecí que se quedara en mi hogar en Aix-en-Provence, mientras yo me iría a un hotel. Lo hice por él. Adrien está arrepentido. Piensa que la decisión fue excesiva, demasiado importante. Pero le dije lo mismo que les comenté aquí hoy. Le dije que si hubiera sido mi hijo y yo su entrenador, habría tomado la misma decisión. Le di un consejo paternal sobre lo que haría en su lugar. Pero ahora él decidirá qué quiere hacer”.
La rueda de prensa puso de manifiesto el malestar de De Zerbi respecto al entorno mediático y familiar de Rabiot, especialmente después de los comentarios públicos sobre el accionar del club. El entrenador reiteró: “Cuando la madre de Rabiot dice que ladro, es cierto, como se ve en el documental sobre el OM. Pero a veces también soy capaz de abrazar, de mostrarle a Rabiot que estamos con él”.