Un balde de agua fría para Pedro y el Mengao en la previa de la gran final de la Copa Libertadores. La estrella del Flamengo sufrió una lesión muscular en el muslo izquierdo, lo que representa una sensible baja para el crucial encuentro ante Palmeiras, un duro golpe para el equipo brasileño.
La lesión se produjo durante un entrenamiento y los estudios confirmaron un problema en el recto femoral del muslo izquierdo. El delantero ya ha comenzado el tratamiento con el equipo médico y deberá estar fuera de las canchas por varias semanas, lo que lo marginaría hasta el próximo año.
Es importante recordar que Pedro ya había estado lidiando con una lesión previa: en el partido contra Racing, tuvo que abandonar el campo con el brazo inmovilizado poco después de iniciarse el segundo tiempo tras un choque con Sosa, que lo llevó a ser trasladado al hospital para descartar cualquier daño óseo. Sin embargo, esta situación no está relacionada con su actual problema.
Ahora, la prioridad del Flamengo es establecer el protocolo de recuperación para esta nueva lesión muscular, que surge en el peor momento y que podría alterar el rumbo de la final.
La definición del Brasileirao
La recta final del campeonato brasileño se encuentra en una etapa decisiva, donde todo es incierto en medio de los preparativos para la final de la Copa.
Con la ausencia de Pedro, el Flamengo se enfrentará este miércoles al clásico ante Fluminense y luego jugará contra Bragantino, Atlético Mineiro, Ceará y finalizará con el sorprendente Mirassol, que, a pesar de haber ascendido esta temporada, ya ha vencido a varios grandes equipos y se encuentra en zona de Copa Libertadores.
Por su parte, Palmeiras jugará este miércoles contra Vitoria como local. Luego, recibirá a Fluminense y cerrará con tres partidos de visitante contra Gremio, Atlético Mineiro y Ceará. Así, ambos equipos se enfrentan a un final apasionante.
Mismos rivales en la final copera
La final de la Libertadores, programada para el 29 en Lima, se presenta en un momento complicado para ambos equipos. Por ello, no solo deberán afrontar la presión de no perder puntos, sino que también los entrenadores deberán gestionar las cargas de sus jugadores si desean conquistar ambos títulos. Se avecina un cierre candente.








