En medio de una lluvia de silbidos por su pasado en Boca, Sebastián Villa -destacado en la semifinal frente a River– disparó con fuerza al centro y aseguró el pase de Independiente Rivadavia a la final de la Copa Argentina en busca de su primer título. Entre aplausos y celebraciones, el #22 analizó la victoria: “Es una alegría inmensa, estoy muy contento por poder retribuirle la confianza a la hinchada y al club que apostó por mí”.
Foto Juano Tesone Fue el jugador más desequilibrante del encuentro: gracias a su velocidad habitual, se consolidó como la principal carta ofensiva de Independiente Rivadavia. Y cuando ya no tenía más energía para seguir corriendo, se retrasó unos metros como enganche, donde continuó siendo vital en la generación de juego: “Fue un partido complicado pero supimos llevarlo. Me tenía mucha fe. Se me dio esto, lo necesitaba después de tantas cosas difíciles”, comentó SV.
Los festejos en el vestuario
Independiente Rivadavia –
Delirio en el vestuario de Independiente Rivadavia tras meterse en la final
Y el delirio en la cancha
River Plate –
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Esta final marca un nuevo capítulo en la carrera de Villa: tras su paso por Bulgaria, regresó al fútbol argentino y se consolidó en un equipo mendocino que, horas antes del enfrentamiento con River, oficializó la compra del 100% de su pase. “El fútbol tiene esas cosas. Habló la justicia por mí. Estoy en I. Rivadavia, agradecido con el club por darme la oportunidad”, afirmó. Y emocionado, concluyó: “Estamos cerca de hacer historia. Le dedico esta victoria a todo el pueblo mendocino”.
La definición por penales
River Plate –
