El segundo ciclo de Marcelo Gallardo como entrenador de River se encuentra en un momento crítico. A más de un año de su llegada, el técnico más laureado en la historia del club aún no ha logrado formar un equipo que resuene con su hinchada y no ha cosechado trofeos. Tal vez esté atravesando una de las semanas más complicadas de esta década. La histórica derrota en casa frente a Riestra, la primera vez que visitaba el Liberti, representa la cuarta derrota consecutiva, una racha que no se vivía desde 2010 y que incluyó la dolorosa eliminación de la Copa Libertadores a manos de Palmeiras.
Sin embargo, en el balance de sus dos etapas, a pesar de que la primera estuvo repleta de títulos y gloria, MG ya ha enfrentado otros momentos difíciles al mando del CARP. ¿Este es el peor? Eso lo determinarán sus hinchas, pero ya ha habido situaciones en las que el entrenador no lograba encontrar el funcionamiento ni los resultados, y logró recuperarse a tiempo.
Aparte de su presente actual, que arrastra la eliminación por parte de Mineiro el año pasado (en una situación complicada) y que ya suma este año la Supercopa perdida ante Talleres, así como las eliminaciones con Platense en el Apertura, en la fase de grupos del Mundial de Clubes y con Palmeiras en la CL, River también experimentó dos momentos muy flojos durante la primera, y gloriosa, etapa del Muñeco.
Uno de esos momentos críticos ocurrió entre fines de 2017 y comienzos de 2018: en ese período, a pesar del oasis que representó la Copa Argentina, donde superó a ATU en la final, River sufrió una insólita eliminación a manos de Lanús en aquella semifinal de Copa Libertadores, perdió el superclásico con Boca en el Monumental pocos días después, y comenzó el 2018 sin rendimiento ni resultados. Fue una racha que duró un par de meses, la cual se interrumpió precisamente contra su eterno rival, en la final de la Supercopa en Mendoza, con ese 2-0 que desbloqueó un año inolvidable que culminó en Madrid. De allí surge, claro, la recordada frase de MG aquella noche mendocina: “Jugar mal fue parte de la estrategia”.
El otro período que podría competir con el actual fue, precisamente, el último de Gallardo en aquella primera etapa, en 2022. Fue el primer año en el que el River del Muñeco no levantó títulos (sin contar el 2020, paralizado por la pandemia). Tras un 2021 que concluyó con esa Liga ganada de punta a punta y con refuerzos importantes para aspirar a más, el CARP fue eliminado en la Libertadores por Vélez en octavos de final, Patronato lo eliminó de la Copa Argentina, estuvo lejos en la Liga y perdió 0-1 en ambos partidos contra Boca durante el año.
¿Podrá MG revertir esta situación esta vez?
