Esta columna ya se escribió un montón de veces

1 de noviembre de 2025
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Esta columna ha sido redactada tantas veces que podría considerarse una repetición editorial accidental, si no fuera porque San Lorenzo (el dirigencial) trabaja diariamente en plagiarse a sí mismo. Y en diferenciarse negativamente del otro San Lorenzo, el que compite en la cancha, al que su gente, con una notable capacidad de disociación, reconoce los méritos antes de quejarse por los errores de sus representantes. Por llamarlos de algún modo.

En los archivos se pueden encontrar diversas combinaciones de ideas relacionadas con el mismo tema: la capacidad de los entrenadores en turno (Insua, Romagnoli, Russo, ahora Damián Ayude) para encapsular al plantel y evitar que se contamine por el patológico y corrosivo contexto institucional. Sin embargo, es difícil que en un mismo día se hayan presentado dos situaciones tan opuestas que ilustraran mejor este bifurcado San Lorenzo.

Tan autodestructivo y caótico en lo dirigencial como armónico, dignificante e incluso representativo en lo deportivo. Ese día fue el Halloween de 2025: del terror al festejo.

Mientras los miembros del llamado “arco político” casi llegan a las manos al final de una audiencia de mediación convocada por Claudio Tapia, un equipo con más jóvenes que referentes recibió aplausos tras vencer a Riestra con gambetas (Gulli), un golazo (Cuello) y oficio. Virtudes valiosas ante un rival que, con sus trucos—cuando no jugando al límite del reglamento—en el Clausura logró derrotar a River en Núñez y empatar con Central de Di María.

A lo largo del tiempo, el San Lorenzo del fútbol quizá haya aprendido a sobrevivir a los autoboicots dirigenciales. Posiblemente, los más experimentados educaron a los juveniles, nuevos en eso de convivir con la mini Argentina constante que es el club fundado por el Padre Lorenzo en 1908. En cualquier caso, el mérito es colectivo: del plantel, de Ayude, de ese ecosistema emocional que habitan para no resignarse a la desidia.

Pero San Lorenzo no puede seguir siendo dos. Su gente anhela que los dirigentes también encarnen el ideal de club al igual que sus futbolistas. Para que todo fluya y esta columna no deba escribirse nuevamente.

San Lorenzo –  

Ayude: “voy a hacer cualquier cosa para que San Lorenzo gane”

El DT del Ciclón respondió sobre su estilo de dirección y las quejas específicas que surgieron durante la victoria ante Deportivo Riestra por el Clausura. @diego.paulich

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