Bertrand Gatchot no olvidará su enfrentamiento con un taxista en Londres que le costó dos meses de arresto. El ex piloto belga perdió una gran oportunidad en la Fórmula 1 con el sorprendente equipo Jordan, que en su temporada de debut en 1991 terminó quinto en el Campeonato Mundial de Constructores. Eddie Jordan, dueño del equipo, tuvo que buscar un reemplazo y apareció un joven alemán de 22 años llamado Michael Schumacher.
El debut del Kaiser en la categoría, el 25 de agosto de ese año en el Autódromo de Spa-Francorchamps en Bélgica, fue impresionante: tras clasificar séptimo, ganó dos posiciones en la primera curva, pero abandonó poco después por un problema con el embrague. Esta presentación de Schumi será representada en una película búlgara que un grupo de entusiastas está produciendo con gran calidad, basándose en imágenes previas.
“Crecí viendo a Michael Schumacher y, como muchos, admiraba su enfoque, su disciplina y cómo transformó el automovilismo”, comenta el director del Schumacher Film, Lubo Marinov, a Infobae. “Siempre sentí que los primeros años de su historia, antes de Ferrari y de sus títulos, estaban muy poco explorados. Quería capturar ese momento decisivo en el que un joven piloto se convierte en leyenda, y hacerlo desde una perspectiva cinematográfica centrada en los personajes”, explica el joven de 28 años.
Marinov expresa que “le gusta el automovilismo, pero lo que más le atrae son las historias humanas detrás de la grandeza”. Destaca el rápido ascenso del alemán, quien tras su carrera en Bélgica fue fichado por Flavio Briatore y se unió a Benetton, la misma estructura que alberga hoy a Alpine, el equipo del argentino Franco Colapinto. “El debut de Schumacher en 1991, su fichaje por Jordan, su repentina aparición en Spa y su temprana rivalidad con Ayrton Senna: es una mezcla perfecta de ambición, incertidumbre y talento innato. Lo vi como una historia de origen dramática, no solo como un hito en las carreras, enfatiza.
Acerca del inicio del proyecto, dice que “comenzó como un sueño personal. Mi padre, un maestro artesano, junto con un grupo de hábiles constructores, fabricaron una réplica a escala real del Jordan 191 de 1991 desde cero. Lo terminaron en 6 meses. Los neumáticos son reales de Fórmula 3, repintados con la marca Goodyear (la que usaba Jordan en ese momento). Todo el auto está decorado, no pintado. Construido a partir de un chasis metálico, la carrocería es de fibra de carbono. Las dimensiones del auto son de 4,40 metros x 2,10 metros x 1 metro de alto”.
El compromiso de su padre lo impulsó a enfrentar la producción. “Ese esfuerzo se convirtió en la base de toda la película. A partir de ahí, empezamos a recrear el entorno visual de la Fórmula 1 de principios de los años 90, desde cascos y trajes de gran precisión hasta decorados y fotografías reales. Cada detalle cuenta en este homenaje a ese momento histórico en las carreras”.
Asegura que “seguimos en producción. El proceso ha sido increíblemente práctico e independiente, por lo que ha llevado tiempo. Actualmente estamos recaudando fondos para completar las fases finales y esperamos terminar la película para finales de este año. Una vez finalizada, comenzaremos a hablar sobre estrenos en festivales y oportunidades de streaming. Hasta entonces, pueden seguir el proceso y ver contenido en nuestras redes sociales”.
Lo que ha llamado la atención es su duración: “El montaje final de la película no durará más de 25 minutos”. Se trata de un modelo especial para captar mejor la atención del público, como se describe en el sitio del film.
Una vez concluido el film, planean estrenarlo en la tierra de Schumacher: “Nuestro objetivo es presentarlo en el Festival Internacional de Cine de Berlín el próximo año y luego hacer un lanzamiento público a finales del verano de 2026”.
El actor que interpreta a Schumacher, Zhivko Sirakov, tiene un gran parecido con el alemán. Lo mismo ocurre con Raymond Steers, quien interpreta al mánager del piloto, Willi Weber. Por su parte, Dimitar Marinov interpreta a Eddie Jordan.
Aquel debut de Schumacher fue una carta de presentación que sorprendió al gran circo y al mundo. Ese día, el piloto compartió la grilla con gigantes como Ayrton Senna (McLaren), Alain Prost (Ferrari), Nigel Mansell (Williams), Gerhard Berger (McLaren), Jean Alesi (Ferrari) y Nelson Piquet (Benetton), en ese orden de largada.

Lejos de sentirse intimidado, el alemán tuvo una salida destacada donde antes de llegar a la primera curva superó a Piquet y Alesi. Quedó en quinta posición, pero a los 500 metros sufrió fallas en el embrague y tuvo que abandonar antes de cruzar la mítica curva Eau Rouge. Su auto quedó a un costado, pero recibió el aplauso del público.
En 2011, Schumi reveló lo sucedido con esa pieza y culpó a Jordan. “La historia es que tuvimos problemas en el Warm-Up (ensayo libre que se hacía los domingos por la mañana). Yo lo señalé en las reuniones informativas y hablamos sobre si cambiar o no el embrague, pero Eddie dijo que ‘costaría demasiado dinero’. Entonces se rompió”, aseguró en una columna que escribió para Auto Motor und Sport.
Ese 25 de agosto de 1991 no fue un día cualquiera para la F1, ya que Michael Schumacher comenzó a forjar su trayectoria con siete títulos (el más exitoso junto a Lewis Hamilton), 91 victorias, 155 podios, 68 poles y 77 récords de vuelta. El Kaiser, que hoy sigue luchando por su vida, con ese espíritu combativo que lo caracterizo también dentro de un auto de carrera.