“River me regaló el mejor abrazo que tengo con mi hermano”, es una de las múltiples definiciones que Federico Coria eligió para transmitir el impacto que el Millonario tiene en su vida y la de su familia. Con la raqueta en mano y la banda roja siempre presente, la Mojarra ha logrado que sus viajes por el mundo para competir estén siempre ligados a su club amado, sin importar las distancias, cambios de horarios o la importancia de los partidos.
Desde levantarse a las dos y media de la mañana para ver la final de la Libertadores contra Tigres, hasta enterarse del resultado mientras jugaba en la ida de la final con Boca en 2018, Federico adoptó a River como un estilo de vida, con su hermano Guillermo, el mago, ex N° 3 del mundo, como su bandera. “Esto viene de mi familia, específicamente de mis primos y tíos, de seguir a Guille”, contó en una entrevista con Olé en su casa, mientras se recupera de una operación tras la lesión en el codo derecho que sufrió durante Roland Garros.
“Mi viejo es de San Lorenzo, hizo lo imposible para hacerme hincha del Cuervo, me llevó a la caminata a Luján (post título de 1995), pero no pudo. Ahí abandonó y me dijo: ‘Vas a festejar nuestras victorias contra Boca, que somos el papá'”, relató el actual 196° del mundo, que alcanzó el puesto 49° en 2023, explicando cómo su padre, Oscar, intentó desviar su afición hacia el Cuervo, sin éxito ante el deseo de su hijo menor de seguir al Millo.
Federico Coria, de River por y como Guille
Cada vez que tiene la oportunidad, Federico se encarga de enaltecer a Guille, su hermano mayor: “A Guille lo fui siguiendo en todo, tanto en el tenis como en su fanatismo por el club. River me regaló el mejor abrazo que tengo con mi hermano, que es mi ídolo”. Sobre ese abrazo, dijo que “lo tengo gracias a Barovero cuando atajó el penal. Lo llevamos como familia en nuestra vida. Guille se casó con la camiseta de River. Yo intenté seguir sus pasos y empecé a vivir con la misma intensidad lo que representa. Cuando gané mi primer challenger, festejé como Salas por mi hermano, todo está relacionado con River, River siempre presente”.
De niño, comentó que pudo seguir a River “muy poco, porque era de Venado Tuerto y tenía muchas faltas por seguir a mi hermano en sus viajes, del colegio me iban a matar. Hace 11 años que vivo en Buenos Aires y cada vez que estoy aquí tengo que ir sí o sí a la cancha”.
“Los partidos de copa son a las 21:30 en Sudamérica y en Europa son cinco horas más, normalmente eso significa que me agarra a las 2:30 de la mañana. En Suiza, durante la final de la Copa Libertadores 2015, tenía partido al día siguiente y me fui con la laptop a la intemperie, al lado del router”, recordó el 3 a 0 contra Tigres en el Monumental.
La final vs. Boca en 2018: la ida jugando al tenis y la vuelta, solo
Además, agregó que en aquella ocasión era “imposible estar concentrado, quería ganarlo lo antes posible. Me tocó hablar cuando comenzaba el segundo tiempo, entré con las pulsaciones a mil, estaba a las puteadas, pero fue una linda experiencia”.
Al repasar los históricos equipos de Marcelo Gallardo, resaltó que “el arranque de Gallardo en 2015 me parecía una locura; el River que más me gustó fue el del 2019”. Para la Mojarra, la influencia de los equipos de Napoleón trasciende el ámbito futbolístico, pues también extracta enseñanzas para su vida cotidiana: “Si lo aplico a mi vida y lo mezclo con el tenis, un poco lo que trato de expresar con el mojarrismo es el River del 2018, que los cagamos a patadas a todos, cuchillo entre los dientes y a luchar“.
Su relación con los jugadores de River y el encuentro con Marcelo Gallardo
Sobre su relación con el plantel del Millo, mostró camisetas de varios jugadores (tanto de River como de otros clubes), pero destacó especialmente a Franco Mastantuono, con quien pudo compartir charlas y momentos dentro de la cancha con la raqueta en mano: “Franco juega muy bien al tenis, me sorprendió mucho; se nota que jugó de chico; no sé si eso lo ayudó a ser tan maduro, pero seguro algo tuvo que ver”. Además, opinó sobre el traspaso del zurdo al Merengue: “Lo queríamos disfrutar, pero viene el Real Madrid y no hay mucha opción. Estoy contento de que nos represente un argentino en el Madrid; de repente, veo todos los partidos”.
Tuvo la oportunidad de conocer a Muñeco una vez en el Monumental y contarle la influencia que tuvo en su carrera: “Casi me caigo, me tropecé, no me salían las palabras. Quería decirle gracias por lo que hizo por River y contarle cómo me ayudó en aspectos mentales en mi carrera”.
“Sus conferencias de prensa eran escuchar una forma de vivir; él hablaba sobre que la gente se sienta representada. Yo lo apliqué a mi carrera, no tengo fanáticos, mi familia estaba feliz viéndome competir. ‘Vamos a lo Gallardo’ decía, le escribía su nombre en la raqueta, así me llegaba su mensaje”, confesó Coria.
El torneo de tenis que jugó con Diego Forlán
La Mojarra y Cachavacha unieron sus pasiones en el Uruguay Open de 2024 y se regalaron un partido profesional, el primero del ex futbolista uruguayo a sus 45 años. “Él venía jugando torneos de adultos y surgió la idea de jugar uno profesional, mucho más serio. Yo venía haciendo vlogs, por un amigo en común le dije si estaba dispuesto a jugar y fuimos para adelante”, relató el tenista argentino.
“Fue una locura, fue a ver mucha gente y cumplió su sueño de jugar un torneo profesional. Nos cagaron a palos, pero la pasamos lindo; fue una noche distinta y hermosa, aunque nos llenaron de pelotazos”, recordó de la derrota en Montevideo por 6-1 y 6-2 ante los bolivianos Boris Arias y Federico Zeballos en primera ronda.