Quedan dos carreras para finalizar la primera parte de la temporada de Fórmula 1 antes del receso estival. Tras este fin de semana en Bélgica, habrá una carrera más en Hungría y luego cuatro semanas de descanso, pero Franco Colapinto no planea tomarse un respiro.
Además de su talento, el piloto argentino se destaca por su gran profesionalismo, especialmente en momentos donde los resultados no son los esperados en esta primera etapa con Alpine. Es cierto que el auto no ayuda, pero el bonaerense de 22 años no se rinde. O más bien, sacrifica su tiempo libre por alcanzar su mejor versión.
“Hay dos carreras más y un descanso para seguir trabajando. En mi caso, no hay vacaciones, así que seguiré empujando y buscando más rendimiento, que es lo que quiero. Con todo el equipo estamos trabajando bien, tratando de entender nuestras debilidades y cómo podemos mejorar el rendimiento del auto”, comentó en una entrevista con ESPN.
Con estas palabras, Franco confirmó que no descansará en el receso y continuará su trabajo en la base de Enstone para optimizar el funcionamiento del coche. Tampoco planea visitar Argentina, algo que hizo el año pasado, cuando participó en un evento en Costa Salguero y manejó un Shelby Cobra por las calles de Palermo.
El pilarense se enfrenta a las limitaciones del A525, cuyo motor Renault podría tener entre 20 y 40 caballos de potencia menos que los de Mercedes, Honda y Ferrari. Su monoplaza tampoco se destaca en aerodinámica, y esta combinación de factores afecta su rendimiento final.
Con la esperanza de no repetir los problemas de transmisión que lo dejaron fuera en Silverstone, sede del Gran Premio de Gran Bretaña, Colapinto llegó a Spa-Francorchamps con el objetivo de cambiar su suerte e intentar finalizar en una buena posición en el legendario autódromo belga.
“Sabemos que es un circuito difícil para nosotros, ya que se pasa mucho tiempo a fondo, pero debemos aprovechar las oportunidades”, reconoció Franco este jueves, durante el Media Day, donde los pilotos realizan entrevistas exclusivas con los medios y ruedas de prensa con un grupo limitado, conforme al cronograma de su escudería.

Colapinto es un competidor muy comprometido, lo que aprendió en sus inicios en Europa, donde con un presupuesto limitado logró destacarse a pesar de no poder probar o conocer los circuitos. Siempre aprovechó cada oportunidad al llegar a un autódromo para competir.
Su esfuerzo, dedicación y perseverancia fueron reconocidos por Williams, y por eso tuvo sus oportunidades. Es verdad que hubo resultados que marcaron la diferencia, como sus dos triunfos en Fórmula 3 y la victoria en Fórmula 2 en Imola, pero el jefe del equipo, James Vowles, y el director deportivo, Sven Smeets, vieron en Franco un gran potencial, y él no los defraudó en su debut con el FW 46.
En el automovilismo, ganar una carrera no lo es todo. A veces hay “mini torneos” o “campeonatos alternativos” cuando un equipo necesita esforzarse para avanzar. La decisión de Colapinto fortalece su vínculo con Alpine. El propio José María López se lo contó a Infobae tras ganar las 6 Horas de San Pablo en la clase LMGT3, luego de luchar durante un año y medio con un auto poco competitivo como el Lexus. La emoción del cordobés se debe a “haber tocado fondo”, como él mismo reconoció, y ahora pelear adelante y ganar. Aunque son situaciones distintas, ya que en el WEC existe el Balance of Performance para igualar a las marcas, el volver a competir tras tanto tiempo en el fondo del pelotón es un triunfo tanto para el piloto como para su equipo.
Nadie desea más que el propio Franco Colapinto lograr un buen resultado con Alpine. Dadas las complicaciones de no contar con un auto competitivo en una escudería que ocupa el último lugar en el Campeonato Mundial de Constructores, solo queda trabajar para intentar mejorar la situación del equipo.