Ganador silencioso. ¿Claudio Ubeda seguirá como DT de Boca en 2026? Qué le valora Riquelme y de qué depende su continuidad

Los flashes del domingo se fueron con Exequiel Zeballos, figura excluyente del clásico, autor de un gol y una asistencia; con Miguel Merentiel, que volvió a marcarle a River y alcanzó a Sergio “Manteca” Martínez como máximo goleador de Boca en la historia del súperclásico; con Ayrton Costa, implacable en cada duelo, y con Leandro Paredes, que por fin pudo vencer al rival de toda la vida. Pero el triunfo en la Bombonera dejó, además, un ganador silencioso, que celebró con discreción mientras los futbolistas acaparaban todas las miradas y vivió también una jornada soñada: Claudio Ubeda, que consiguió el triunfo más importante de su carrera como entrenador y sigue sumando méritos para ser el técnico de Boca en 2026, con la Copa Libertadores asomando en el horizonte.

Mi continuidad no depende absolutamente de mí. Nosotros -por él y su cuerpo técnico- estamos muy contentos con el lugar que ocupamos; nos sentimos privilegiados de ser parte de esta institución”, explicó Ubeda en la conferencia de prensa, dejando entrever su deseo de seguir más allá de diciembre.

Ubeda vivió el partido con intensidad, aun en los minutos finales.
Ubeda vivió el partido con intensidad, aun en los minutos finales.Aníbal Greco – La Nación

Tras la muerte de Miguel Russo, cuyo contrato se extendía hasta junio de 2026, la dirigencia decidió respaldar a Ubeda en el cargo hasta finales de 2025, con la posibilidad de prorrogar su vínculo dependiendo de distintos factores. El principal, claro, eran los resultados. Y en ese rubro, el técnico viene cumpliendo: cuatro victorias -tres de ellas consecutivas- y dos derrotas que catapultaron al Xeneize a la cima de la Zona A del Clausura, con Unión como único escolta capaz de quitarle ese lugar, además del regreso a la etapa de grupos de la Copa Libertadores después de dos años sin participar.

Pero no todo pasa por la tabla. En el club valoran otras virtudes del DT: su perfil bajo, su vínculo con los jugadores y la continuidad que logró darle al trabajo de Russo, respetando su figura y a la vez desandando su camino con decisiones futbolísticas propias. Esos aspectos también podrían influir a la hora de definir si Ubeda seguirá al frente después de diciembre. Por ahora, cuenta con el respaldo del plantel y la dirigencia lo observa con buenos ojos.

Abrazo entre Ubeda y Paredes, clave en la integración del técnico con el grupo
Abrazo entre Ubeda y Paredes, clave en la integración del técnico con el grupoALEJANDRO PAGNI – AFP

“Después de casi cinco años juntos, con Miguel siempre hablábamos del futuro de cada uno. Entendíamos que, el día que él no estuviese, íbamos a seguir como cuerpo técnico y continuar el legado que dejaba. Miguel terminó su vida en Boca, como quería, y su deseo era que nosotros, al menos, termináramos lo que nos correspondía”, amplió el entrenador.

Lejos de la euforia por la victoria en el clásico, en Boca prefieren la cautela. Saben que, si bien el sólido triunfo ante River fue una prueba más que superada por Ubeda en su primer partido clave del ciclo, todavía queda mucho camino por recorrer. El técnico reconoció en el vestuario y ante los medios que, tras asegurar el pasaje a la Libertadores, aún restan dos objetivos: salir campeón del Clausura y, en caso de lograrlo, disputar el Trofeo de Campeones ante Platense.

Por lo pronto, en el club notan cierta comunión entre el plantel y el cuerpo técnico, algo que se consolidó desde que Ubeda asumió el mando y el grupo dejó de verlo como el ayudante que circunstancialmente reemplazaba a Miguel Russo, algo que se hizo evidente en los festejos del clásico en el vestuario, donde se lo vio celebrando como un jugador más.

De las quejas a los abrazos

Desde su debut oficial ante Defensa y Justicia ya no se repitieron escenas de su época de asistente, cuando Cavani le reclamó su salida ante Independiente Rivadavia o Carlos Palacios se quejó por dejar la cancha en el empate con Rosario Central, desafiando su autoridad. En ese sentido, fue clave la influencia de Leandro Paredes, quien se encargó de que el grupo respaldara las decisiones del técnico, sin importar su currículum o de su falta de identificación con la historia xeneize.

Juan Román Riquelme es un presidente jugadorista. Para él, el mejor técnico es aquel que sabe leer el momento de los futbolistas y poner en la cancha el mejor once posible, sin inventos ni experimentos. A excepción de Fernando Gago, promovido por el Consejo de Fútbol, y de Miguel Russo, quien regresó para aportar calma en dos etapas turbulentas, Riquelme mantuvo una línea de elección clara. Prefiere entrenadores jóvenes, con hambre, de vocación ofensiva y capacidad para gestionar al plantel. En ese contexto, Ubeda encaja en ese perfil, aunque el rendimiento futbolístico inicial no fue del todo bueno e incluso ante River al equipo le llevó un tiempo lograr imponer condiciones.

Riquelme se tomará un tiempo para definir la continuidad de Ubeda
Riquelme se tomará un tiempo para definir la continuidad de UbedaALEJANDRO PAGNI – AFP

Las decisiones que tomó hasta ahora van en línea con lo que busca el presidente: equipos lógicos, salvo aquella excepción en la cancha de Barracas, cuando apostó por Williams Alarcón como titular y un esquema con triple cinco ante un rival menor. Además, empiezan a notarse algunos movimientos coordinados dentro del equipo, producto de que Ubeda es un técnico que trabaja intensamente en el campo las cuestiones tácticas y estratégicas. Entonces, no se descarta que, si los resultados acompañan, el Sifón continúe en 2026, pese a que hasta hace unas semanas nadie lo imaginaba en el banco de Boca dirigiendo una Copa Libertadores.

Con Ubeda, además, todos empezaron de cero. El mejor ejemplo fue Exequiel Zeballos, que había tenido poca participación con Russo y volvió a ganar protagonismo en los últimos partidos, o el propio Kevin Zenón, que llevaba dos meses sin jugar tras pedir ser transferido y volvió a tener rodaje en los minutos finales de casi todos los encuentros. El equipo no siempre jugó bien ni alcanzó todavía una identidad definida, pero fue creciendo con el correr de los partidos y, después del impulso que significó el triunfo en el clásico, se perfila como uno de los candidatos al título.

Ubeda lleva cuatro victorias y dos derrotas como técnico de Boca
Ubeda lleva cuatro victorias y dos derrotas como técnico de BocaAníbal Greco – La Nación

Aunque en el club ya comenzaron a barajar algunos nombres por si los resultados no se dan -Juvenal Rodríguez, asistente de Russo y hoy mano derecha de Ubeda, contó hace poco que Miguel había sido contactado durante el ciclo de Gago-, el exdefensor de 56 años fue ganando terreno con vistas al futuro. En la dirigencia y dentro del plantel valoran su simplicidad, su sensatez, su cercanía con los jugadores y su prudencia ante la prensa. Boca no tomará decisiones apresuradas, pero lo que en un principio parecía un interinato hasta diciembre empezó a verse desde otra perspectiva. La principal duda pasa por cómo respondería Ubeda ante un hipotético escenario en el que Boca no logre hilvanar victorias, ya que aún no tiene la espalda suficiente.

Desde agosto, Boca ya no cuenta con el Consejo de Fútbol. Raúl Cascini y Mauricio Serna fueron desplazados en medio de la racha de 12 partidos sin triunfos, y hoy el nexo entre Riquelme y el cuerpo técnico es Marcelo Delgado, el único sobreviviente de aquel grupo de asesores que comparte el día a día con Ubeda en el predio. El Chelo y el Sifón se conocen bien: fueron compañeros durante cuatro años en Rosario Central y luego coincidieron otros cuatro años y medio en Racing.

Los informes de Delgado sobre Ubeda vienen siendo positivos. Se valora, además, que siga de cerca a las divisiones inferiores, un área que conoce bien tras sus pasos por las juveniles de Racing y por la selección Sub 20, donde dirigió a varios jugadores que luego se consagraron campeones del mundo en Qatar: Cristian Romero, Nahuel Molina, Gonzalo Montiel, Lisandro Martínez, Juan Foyth y Exequiel Palacios, además de Tomás Belmonte.

El domingo, el equipo cerrará la etapa regular del Clausura ante Tigre en la Bombonera. Un triunfo le asegurará el primer puesto de la zona y le permitirá enfrentar al peor ubicado de la otra. Luego llegarán los playoffs, donde el Xeneize buscará volver a gritar campeón después de casi tres años, y Ubeda, intentar conquistar el título que lo consagre definitivamente como técnico del club.