Gio Simeone: Su vida en Italia, los llamados de los clubes argentinos para que regrese y su futuro como DT

Nacido en Buenos Aires, Giovanni Simeone compartió parte de su infancia entre España e Italia, siguiendo a su padre Diego Pablo. Luego de hacer su debut en Primera con River y destacarse en Banfield, se trasladó a Italia para consolidar su carrera con goles, algo que ha hecho durante más de una década. En una charla con Olé, el mayor hijo del Cholo habló sobre su actual etapa en Torino, su legado en Napoli, su amor por el fútbol argentino —al que no descarta un regreso—, su deseo de convertirse en entrenador en el futuro y cómo un tatuaje de su niñez lo impulsó a alcanzar sus objetivos. “Siempre pensé que en algún momento de mi carrera iría a España, pero por distintas circunstancias me fui quedando en Italia y ya llevo casi diez años. Aprecio mucho el fútbol italiano y siento que aquí he aprendido muchísimo”, afirmó al inicio de la entrevista.

Giovanni Simeone –  

Entrevista a Gio Simeone

El delantero de Torino y una profunda charla donde abordó diversos temas. (Diego Paulich, redacción Olé)

-¿En qué aspectos sientes que has cambiado como jugador desde tu etapa en Argentina?

-El fútbol italiano es muy táctico; al principio me costó, pero luego me adapté. Me gusta mucho porque aprendés a observar otras dinámicas. No solo se trata de jugar al fútbol, sino de entender cómo se juega, los movimientos… He aprendido a posicionarme en función de lo que preveo que va a suceder. Tras tanto tiempo aquí, el fútbol italiano lo conozco casi de memoria y tengo la capacidad de anticipar cómo terminará la jugada, je. Soy un apasionado del fútbol y quiero seguir mejorando; creo que la clave está en tratar de leer el juego y pensar en función de cómo juega mi equipo. A lo largo de mi carrera, me he convertido en un jugador mucho más inteligente dentro del campo.

-En este último mercado, te uniste al Torino…

-Sí, llegué a una ciudad completamente diferente, en el norte, donde el clima y la gente son más fríos. Sin embargo, encontré un club que posee una gran pasión y entrega. Me identifico mucho con este equipo y por eso lo elegí. Desde hace años me buscaban, pero nunca había podido darse hasta ahora.

Hasta los primeros meses de 2025, Gio estaba en Napoli, donde dejó una huella significativa al ser parte clave en los últimos dos Scudettos del club, que rompieron una sequía de más de 30 años sin títulos. “Hasta aquí, fue la etapa más importante de mi carrera porque viví muchas experiencias: hice mi primer gol en Champions, salí campeón… Me enamoré de un club que siempre llevaré en mi corazón, así como de la ciudad y su gente. Fue algo muy especial”, reflexionó sobre esa conexión que se vio manifestada el fin de semana pasado, cuando se enfrentó a su ex equipo, cumpliendo con la ley del ex y pidiendo perdón.

Giovanni Simeone –  

El golazo de Giovanni Simeone al Napoli

-Además, un club con una conexión muy especial con los argentinos por lo que representa Maradona allí…

-Es impresionante; apenas llegué, me mostraban a Maradona por todas partes. Todos tienen un tatuaje de Diego y no hay quien no te cuente una historia sobre él. Es como si Diego estuviera en cada rincón, porque no hay un napolitano que no haya vivido algo con él: “Lo vi en un entrenamiento”, “una vez lo vi andar en moto”, todos tienen algo que compartir y cuando te cuentan eso, te das cuenta de que están compartiendo algo realmente bonito; lo dicen con mucha emoción. La gente en Nápoles es muy apasionada y, siendo argentino, juegues o no al fútbol, en la ciudad siempre serás bienvenido…

-A los 14 años, te hiciste un tatuaje de la Champions y prometiste besarlo cuando marcaras tu primer gol en esa competencia. ¿Finalmente sucedió así?

-Sí, estaba en las divisiones inferiores de River y me fascinaba la Champions. Mi papá no quería que me lo hiciera y mi mamá me preguntó por qué deseaba hacerlo; fue ahí cuando le conté que sabía que iba a jugarla y a marcar, y que iba a besar el tatuaje al celebrarlo. Entonces me dijo que me acompañaría, así que fui y me lo hice… Ese tatuaje ha tenido un significado muy importante en mi vida.

-Porque me motivó a entrenar siempre mejor, más fuerte, incluso a realizar dobles o triples turnos… Cada vez que me veía el tatuaje, me decía: “voy a llegar”.

-¿Sigues el fútbol argentino?

-Sí, lo sigo cuando puedo; aunque siempre es tarde, trato de ver lo máximo posible. Rosario está muy bien y me parece una lástima que River no esté pasando por un buen momento…

-Tienes 30 años, queda carrera por delante. ¿Te imaginas regresando a jugar en Argentina?

-Sí, he tenido posibilidades. Hace un par de años me contactaron de Racing, pero estaba en Napoli, y en ese momento no era el momento de volver. Me sorprendió y me hizo muy feliz que me llamaran. Además, en diciembre del año pasado, tuve la oportunidad de ir a River… Por ahora, veo complicado irme, no obstante, no lo descarto completamente. Me gustaría volver, siento una gran pasión por el fútbol argentino; lo extraño mucho, así como a la gente y mis amigos…

-¿La Selección es una cuenta pendiente en tu carrera?

-No diría que es una cuenta pendiente, es complicado porque tenemos delanteros excepcionales. Puede que haya habido momentos en mi carrera en que mereciera estar, pero bueno, la Selección ha tenido éxito y eso es lo que cuenta. Hice todo lo posible por estar, anoté 18 goles en Verona y no fui convocado; salí campeón con Napoli y solo me convocaron una vez… La Selección es un tema complicado, por más que impresiones bien en tu club; hay jugadores que llevan mucho tiempo, como Lautaro y Julián, y ni hablar de Leo, que es insustitutable, y estaba Di María. Entonces, uno siempre espera el llamado si le va bien en su club, pero a la vez es difícil entrar allí.

-Tu hermano Giuliano parece estar ganándose un lugar importante…

-Sí, me alegra mucho. Es un chico que avanza con determinación; se lo está ganando en los partidos con Atlético y cuando tuvo la oportunidad de demostrar en la Selección, lo hizo con goles y asistencias, mostrando ese espíritu de lucha que la gente y la Selección buscan. Creo que se lo merece, como todos los que están ahí, pues algo que distingue a la Selección Argentina es que juegan con el corazón.

Al final de la charla, Giovanni se imagina volviendo a Argentina, como ya ha mencionado. Pero va más allá y asegura que, si no se concreta su regreso como jugador, lo hará desde otra función. “Después seré entrenador, eso es un hecho. Me apasiona. Ahora no puedo hacer el curso, pero cuando termine mi etapa como jugador, que me quedan un par de años más, lo haré”, afirmó.

-Podríamos decir que lo llevas en la sangre…

-(Sonríe). Sí, ¿qué quieres? Estoy 24 horas hablando de fútbol; con mi viejo es un tema constante… Me pregunta cómo estoy y terminamos hablando del Atlético, de los jugadores, de cómo me siento yo, de cómo le va a mi equipo.

-Esas conversaciones ayudan al futuro entrenador. ¿Y al actual jugador?

-Al jugador no porque no es que venga y me diga que debería hacer tal cosa… Quizás en cuanto al estado emocional, es bonito porque me entiende. Pero lo más lindo es cuando habla como entrenador; me explica algo táctico y, en una llamada sin necesidad de ver los muñequitos moviéndose, ya lo estoy visualizando. Tenemos una sintonía especial y eso es hermoso, es genial.