La noticia del trágico fallecimiento de un joven arquero senegalés, Cheikh Touré, conmocionó este fin de semana al fútbol africano. El juvenil, formado en la academia Esprit Foot de Yeumbeul, Dakar, fue hallado muerto este sábado en Kumasi, Ghana, y los investigadores apuntan a una posible red de tráfico de personas.
Según un comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores senegalés, el futbolista podría haber caído víctima de “una red de fraude y extorsión”. Tal como han informado medios senegaleses, Touré habría sido engañado por una banda de falsos ojeadores que le prometieron una prueba en Marruecos.
Con esa engañosa promesa, el joven arquero fue secuestrado por un grupo armado, que, según datos preliminares, habría pedido un rescate a la familia. Sin embargo, ante la imposibilidad de reunir la cifra exigida, fue asesinado.
Tras estos sucesos, las autoridades ghanesas están colaborando con el Ministerio de Integración Africana, Asuntos Exteriores y Senegaleses Residentes en el Extranjero para esclarecer las circunstancias de su muerte.
Por otra parte, el Ministerio ha instado a clubes, academias, entrenadores y padres a “ser extremadamente cautelosos ante ofertas no verificadas de pruebas o transferencias al extranjero.” También recomendaron a los jugadores que “gestiones sus pases por los canales oficiales.”
