La final de la Leagues Cup entre Seattle Sounders e Inter Miami no solo coronó a los locales con un contundente 3-0 en el Lumen Field, sino que también desencadenó una serie de incidentes con repercusiones disciplinarias significativas. El Comité Disciplinario de la Leagues Cup anunció sanciones ejemplares para diversos protagonistas del encuentro, entre ellos, Luis Suárez, quien escupió a un colaborador del equipo rival y recibió una severa suspensión de seis partidos por su conducta al finalizar el partido.
El desenlace del torneo se vio empañado por una pelea masiva que involucró a jugadores y miembros del cuerpo técnico de ambos equipos. La tensión acumulada a lo largo del partido estalló tras el pitido final. En este clima, Luis Suárez salivó a Gene Ramírez, asistente de los Sounders, un gesto que fue registrado por las cámaras y rápidamente se viralizó, provocando un intenso debate en el ámbito deportivo.
La organización del torneo, en cumplimiento del Artículo 4.2.C del Reglamento de Competición de la Leagues Cup 2025, determinó que Suárez no podrá participar en la próxima edición del certamen hasta cumplir con la suspensión de seis partidos. Asimismo, se impusieron sanciones a otros implicados: Sergio Busquets fue suspendido durante dos partidos tras ser denunciado por los árbitros por conducta violenta, mientras que el argentino Tomás Avilés recibió una multa de tres partidos por el mismo motivo.
En el caso de los Seattle Sounders, Steven Lenhart, miembro del cuerpo técnico, fue sancionado con cinco partidos de suspensión. Todas estas medidas llevan aparejadas, además, multas económicas para los sancionados, y las suspensiones deberán cumplir en la siguiente o en ediciones posteriores del torneo hasta su conclusión. Por su parte, la Major League Soccer (MLS) se reservó el derecho de imponer sanciones adicionales a los jugadores y al cuerpo técnico implicados.
Luis Suárez acudió a sus redes sociales para ofrecer una disculpa pública. En su mensaje, el delantero comenzaba felicitando a Seattle Sounders por el título y luego abordó su comportamiento: “Pero, sobre todo, quiero pedir disculpas por mi comportamiento al finalizar el partido”. El uruguayo explicó que la situación se originó en un momento de alta tensión y frustración, inmediatamente después de la derrota, y reconoció que su reacción fue injustificable. “Fue un momento de mucha tensión y frustración, donde apenas terminó el partido pasaron cosas que no tendrían que haber sucedido, pero eso no justifica la reacción que tuve. Me equivoqué y lo lamento sinceramente”, escribió el atacante.
En su mensaje, el Pistolero también expresó su preocupación por la imagen que transmitió, tanto a su familia como a su club. “No es la imagen que quiero dar ni frente a mi familia, que sufre por mis errores, ni frente a mi club, que tampoco se merece verse afectado por algo así”, señaló.
Además, expresó su pesar por el impacto que su conducta pudo haber tenido en quienes se sintieron agraviados: “Me siento mal por lo ocurrido y no quiero dejar pasar la oportunidad de reconocerlo y pedir perdón a todos los que se sintieron mal por lo que hice”. El delantero concluyó su mensaje enfocándose en el futuro del equipo: “Sabemos que todavía queda mucha temporada por delante y vamos a trabajar juntos para poder conseguir los éxitos que este club y toda la hinchada se merecen”.
El partido, disputado en el Lumen Field, estuvo marcado por un ritmo intenso y duelos individuales notables, como el protagonizado por Ian Fray y Pedro de la Vega. La apertura del marcador se produjo al minuto 26, cuando Jesús Ferreira asistió a Alex Roldán, quien centró para que De Rosario anotara de cabeza el 1-0.
En la segunda mitad, el equipo de Florida intentó igualar el partido con remates de Suárez y Messi que no lograron concretarse. Seattle amplió su ventaja con un penal convertido por Roldán tras una falta sobre Georgi Minoungou, y Rothrock sentenció el partido con su tercer gol al minuto 89.
Durante la gresca posterior al encuentro, Sergio Busquets propinó un golpe de puño a Obed Vargas, mediocampista mexicano de Seattle, lo que agravó la situación. La intervención de Messi y del director técnico de Seattle, Brian Schmetzer, fue crucial para calmar las aguas. El capitán de Inter Miami se acercó a Vargas para dialogar y tratar de poner fin a la disputa, mientras que Schmetzer separó a los involucrados. Incluso, en medio de ese tenso contexto, el colombiano Yeimár Gómez Andrade se aproximó a Messi para pedirle la camiseta, un gesto que el argentino atendió con amabilidad.
Tras la entrega de medallas, Obed Vargas dedicó el triunfo a su país. El juvenil de 20 años, quien optó por representar a México a pesar de haber sido convocado para jugar con la selección de Estados Unidos, expresó: “Messi es un gran jugador, lo respeto mucho, pero dentro del campo es mi rival y tenía que hacer todo para ganarle. Esto va para todo México, que se la debíamos”.
Consultado sobre los incidentes, Javier Mascherano comentó: “No tengo nada que decir porque estaba alejado de las acciones y no sé lo que ha pasado. A nadie le gusta que al final del partido haya este tipo de acciones. También puede ser que haya una provocación que desencadene una reacción, pero no voy a hacer comentarios porque no sé qué sucedió”.
La derrota deja a Inter Miami sin la posibilidad de añadir un nuevo título en la era Messi, tras haber conquistado la Leagues Cup 2023 y el Supporter’s Shield en 2024. El equipo se mantiene en la sexta posición de la Conferencia Este de la MLS, con 46 puntos.