Otra noche de terror para River en este 2025. Una pesadilla. Por penales, dejando una vez más una imagen que queda por debajo de las expectativas de propios y ajenos, el equipo de Marcelo Gallardo fue eliminado en las semifinales de la Copa Argentina ante el valiente y humilde Independiente Rivadavia. David superó a Goliat. Un Goliat nuevamente nocaut, que se le escapa otro de los objetivos propuestos para este año tras realizar una inversión millonaria de casi 70 millones de dólares (incluyendo el segundo mercado de 2024), y que nuevamente quedó en deuda desde el aspecto futbolístico.
A raíz de una nueva actuación deslucida, surgen preguntas sobre este River que solo tiene tres metas por delante: ganar el clásico con Boca el próximo 9 de noviembre, clasificar a la Libertadores 2026 y conquistar el Clausura (actualmente con sabor a poco). Para al menos salvar un ’25 muy por debajo de lo anhelado desde todos los puntos de vista (funcionamiento, resultados).
¿Qué preguntas emergen a partir de lo sucedido en la noche cordobesa?
Del partido en sí (que quedaron sin respuesta por parte del DT)
¿Qué sucedió con Santiago Lencina?
El juvenil había mostrado rodaje. Si bien salió en el entretiempo ante Talleres, había alternado entre titular y suplente. Sin embargo, Gallardo decidió sorprendentemente prescindir de sus servicios en el encuentro contra el conjunto mendocino. Lo dejó fuera del banco para incluir, por ejemplo, a un Pity Martínez sin actividad desde el 17 de agosto contra Godoy Cruz en el torneo local. Se quedó sin una alternativa que podría haberle dado respuestas en un contexto adverso.
¿Qué sucedió con Maxi Salas?
Otra de las grandes interrogantes de la noche en la Docta. El ex Racing inició como titular, pero su presencia en cancha se limitó a 45 minutos. No estuvo lúcido en el juego, aunque intentó pelear contra los defensores rivales. ¿Qué sucedió después? MG decidió reemplazarlo por Miguel Ángel Borja en el segundo tiempo. Un cambio que no pasó desapercibido dado lo que generó Salas desde su llegada al club (con una inversión de 8 millones de euros) y el presente de Borja en sí, sin confianza, desconectado del juego (además falló un penal) y con un futuro incierto al término de su contrato a fin de año.
¿Por qué salió Quintero?
Una vez más sorprendió el intercambio en cancha, más allá de la amistad que los une, entre el molesto DT y Juanfer, quien arrancó como titular y salió a los 15′ del segundo tiempo (junto a Nacho Fernández para los ingresos de Galoppo y el juvenil Jaime, cambiando también el plan de juego), con el marcador 0-0, sin resolverse. Esta vez, a diferencia de lo que ocurrió contra Talleres, no hubo reproches por parte del 10 colombiano, pero su modificación no pasó desapercibida dado el contexto general. Se sabe que a JFQ le cuesta completar los 90′, pero también se reconoce que, ante un equipo con pocas ideas, aporta algo de claridad futbolística…
Las preguntas que van más allá de este resultado…
River Plate –
La conferencia de prensa de Marcelo Gallardo tras la eliminación de River
El DT del Millo analizó la derrota ante Independiente Rivadavia e hizo un balance.
¿A qué quiere jugar River? ¿Por qué los jugadores están en tan bajo nivel?
Gallardo siempre ha enfatizado en este segundo ciclo que “construir un equipo” lleva tiempo, que los jugadores deben adaptarse y encontrarse para alcanzar un buen rendimiento colectivo y que el equipo represente a todos. Han pasado tres mercados de pases, con la mayoría de sus pedidos cumplidos, pero la línea de juego del CARP nunca se ha concretado. O solo se ha vislumbrado en contadas ocasiones. Lo mejor fue esa seguidilla de buenos resultados en el primer semestre que le permitieron, por ejemplo, clasificarse a octavos de la Libertadores y ganar el clásico contra Boca, con Franco Mastantuono como bandera. Gallardo ha probado distintas variantes durante este tiempo —el mediocampo, área neurálgica, es el gran punto de conflicto— pero nunca encontró una formación ni nombres confiables. Esto ha ocasionado una pérdida de identidad (si se trata de un equipo de posesión, de ataques directos, de contra…) y de confianza entre los futbolistas mismos, que entran y salen debido a sus bajos rendimientos y las decisiones del entrenador. Los refuerzos, los viejos soldados de Madrid, los jóvenes talentos y el DT no han podido resolver estos enigmas futbolísticos. ¿Por qué el mensaje no se ha podido plasmar en el campo de juego?
Marcelo Gallardo –
“No hemos estado a la altura”
Marcelo Gallardo en conferencia de prensa tras la eliminación de River en la Copa Argentina.
¿Por qué le han costado tanto los mano a mano?
Una de las fortalezas del primer ciclo de Gallardo era su capacidad de imponerse en partidos a cara de perro, como se dice coloquialmente. El equipo se sentía cómodo, disfrutaba, respondía a la altura. O si perdía, al menos vendía cara la derrota. No había grandes reproches, más allá de los análisis correspondientes. Y el hincha se sentía representado, algo que ya no ocurre.
En esta segunda etapa, en cambio, es todo lo contrario. Desde la fatídica serie de Libertadores con Mineiro en 2024, a este River le ha costado afrontar los partidos decisivos. “Podemos tener un mal año, pero con otras formas, otra determinación”, fue una de las duras frases de Gallardo tras la eliminación ante Independiente Rivadavia, refiriéndose a este aspecto futbolístico y actitudinal. Y por qué no, también aptitudinal…
Perdió por penales ante Talleres en la Supercopa Internacional, fue eliminado ante Platense de local en los cuartos de final del Apertura, sufrió de lo lindo con Libertad de Paraguay y Unión en Libertadores y Copa Argentina (avanzó en ambos solo por penales). ¿Algo más? No logró vencer a Rayados de Monterrey en el partido clave del Mundial de Clubes, fue eliminado por Palmeiras en la Libertadores (con un primer tiempo muy pobre en el Monumental en la ida de cuartos) y ahora se suma este mazazo con los mendocinos.
Solo avanzó ante Racing en cuartos de la Copa Argentina (dejando de lado a Ciudad Bolívar, un rival menor, en la primera fase de este certamen). Poco para todo lo que representa River, por la diferencia que debió haber marcado con muchos de esos rivales, por la inversión realizada en este tiempo y por esa imagen de mandíbula floja ante la adversidad…
Preguntas que quedan para el corto, mediano y largo plazo de un River que hoy está lejos de aquellos años gloriosos con el Muñeco.









