Jannik Sinner, el actual número uno del ranking ATP y reciente campeón de Wimbledon, vuelve a estar en el centro de la controversia tras confirmar la reincorporación de Umberto Ferrara como su preparador físico. La decisión fue anunciada oficialmente este miércoles, generando una ola de reacciones debido al papel de Ferrara en el caso de dopaje que involucró al tenista italiano en 2024.
A sus 23 años, Sinner había terminado su relación profesional con Ferrara a mediados de 2024, justo después de que se hicieran públicos los resultados positivos de los controles antidopaje realizados durante el Masters 1000 de Indian Wells. Dichos resultados mostraron la presencia de clostebol, una sustancia anabólica prohibida, en el organismo del tenista. Esta situación dio lugar a la separación inmediata de Ferrara y del fisioterapeuta Giacomo Naldi, responsables del área física y médica del jugador.
La trama judicial y deportiva se extendió por varios meses. Sinner defendió desde el principio su inocencia, argumentando que la sustancia ingresó a su cuerpo de manera involuntaria a través de un masaje realizado por Naldi, quien había usado previamente un aerosol que contenía clostebol para tratar una herida en su mano. El caso se hizo público tras la apelación de la Agencia Mundial Antidopaje (WADA) ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo, impugnando una decisión inicial que exoneraba a Sinner de responsabilidad.
Las autoridades deportivas reconocieron el origen accidental de la contaminación y determinaron que el jugador debía afrontar una sanción reducida. Así, Sinner cumplió con una suspensión de tres meses durante el primer semestre de 2025 después de llegar a un acuerdo con la WADA, asumiendo la responsabilidad por supervisar los procedimientos de su equipo de trabajo.

El equipo de prensa del tenista confirmó este miércoles la reincorporación de Umberto Ferrara, destacando que la decisión se tomó “en consonancia con el equipo de gestión de Jannik Sinner y como parte de los preparativos para los próximos torneos, incluidos el Abierto de Cincinnati y el US Open”. El comunicado también enfatizó que “Umberto ha tenido un papel fundamental en el desarrollo de Jannik hasta el momento, y su regreso refleja un enfoque renovado en la continuidad y el rendimiento al más alto nivel”.
Ferrara formó parte del equipo técnico de Sinner desde 2022. Tras el conflicto por dopaje, continuó su trayectoria en el circuito profesional acompañando al también italiano Matteo Berrettini. En declaraciones a medios italianos, Ferrara admitió haber recomendado a Naldi la utilización de spray con clostebol para cerrar rápidamente una herida, aunque aclaró que enfatizó la necesidad de evitar el contacto con Sinner. “No se lo di a Naldi, le sugerí que lo utilizara para curar un corte que no cicatrizaba y que complicaba su trabajo. Fui muy claro al explicarle la naturaleza de ese producto y sobre que en ningún momento debía entrar en contacto con Jannik”, manifestó. El preparador aseguró que él mismo había estado usando el producto “durante años” debido a una prescripción médica por una patología crónica.
En el pico de la investigación y después de la separación profesional, Sinner expresó en una entrevista durante el US Open del año pasado que atravesaba un momento crítico en su carrera y que requería un cambio radical en su entorno inmediato. “Ahora, a causa de estos errores, no me siento tan seguro para seguir con ellos. He enfrentado muchas dificultades durante los últimos meses. Estaba esperando el resultado. Lo único que necesito en este momento es aire limpio”, declaró en ese entonces.
“Lo primero que intentamos averiguar era de qué sustancia se trataba. Umberto (Ferrara) es quien conoce muy bien este proceso, tiene un profundo entendimiento sobre nutrición y farmacia. Le preguntamos. Supo al instante que se debía al spray. Al enterarnos de que era por el spray y de cómo pudo acabar en mi cuerpo, respondimos de inmediato, explicamos todo acerca de cómo sucedió, y ese fue el motivo por el que pude seguir jugando”, agregó en su momento.
Durante los últimos meses, el número uno del mundo se asesoró con otros profesionales del circuito. Trabajó primero con Marco Panichi, quien anteriormente formó parte del cuerpo técnico de Novak Djokovic, y con el fisioterapeuta Ulises Badio. Sin embargo, la colaboración con ambos finalizó justo antes del último torneo de Wimbledon, en el que Sinner se consagró campeón al vencer en la final al español Carlos Alcaraz.
El episodio en torno al dopaje de Sinner generó numerosos debates dentro del circuito profesional, incluso entre los propios jugadores. Algunos denunciaron la tardanza en la publicación de los resultados positivos, mientras que otros criticaron una supuesta laxitud en la sanción impuesta.
El regreso de Ferrara al equipo de Sinner se produce en un momento crucial de la temporada. La preparación para el Masters 1000 de Cincinnati y el Abierto de Estados Unidos marca el objetivo primordial del tenista italiano, quien busca consolidar su liderato mundial y fortalecer su condición física de cara a la segunda mitad del calendario.