28 de agosto de 2025 00:47

Jorge Soto, a los 65 años, recorrerá en bicicleta los 17 departamentos de Entre Ríos

A los 65 años, Jorge Soto se propone recorrer en bicicleta los 17 departamentos de Entre Ríos

 

Jorge Soto, a sus 65 años, se prepara para afrontar uno de los mayores retos de su vida: recorrer 1.600 kilómetros en bicicleta a través de los 17 departamentos de Entre Ríos. Planea completar esta aventura en aproximadamente 15 días, haciéndolo en solitario, lo cual representa más que un desafío deportivo; es una prueba de resistencia, pasión y convicción personal. «Es un desafío personal, o quizás una locura», admitió entre risas el ciclista en una charla con una FM de Crespo.

Con casi cinco décadas dedicadas al ciclismo, Soto ha sido un ferviente admirador de este deporte desde su adolescencia. Comenzó a pedalear a los 14 años en su ciudad natal, Nogoyá, y aunque también practicó fútbol y básquet, el ciclismo siempre ocupó un lugar especial en su corazón. Las dificultades económicas le impidieron competir con frecuencia, pero jamás dejó la bicicleta. «El ciclismo nunca fue barato, pero siempre volví a andar», recordó con determinación.

A los 65 años, se ha planteado la meta de cruzar los 17 departamentos de Entre Ríos en bicicleta.

La aventura dará inicio en Crespo y será uno de los recorridos más difíciles de su vida. Soto aspira a pedalear entre 100 y 200 kilómetros diarios, inspirado por las grandes rutas de Europa, con el objetivo de completar el circuito en 15 días o menos.

La primera etapa ya está planificada: 145 kilómetros desde Crespo hasta Nogoyá, pasando por Diamante y Victoria. «Es la única etapa que tengo detalladamente organizada, porque mi hermana me espera en Nogoyá. Las demás etapas dependerán de cómo me sienta físicamente», comentó.

El recorrido incluirá localidades como Lucas González, Rosario del Tala y Basavilbaso. La pernoctación será improvisada, combinando estancias en casas de familiares con la solidaridad de vecinos y otros ciclistas que ofrezcan un lugar para descansar, agua o comida. «Esto depende en gran medida de la suerte», reflexionó con modestia.

Un aspecto adicional que complica la travesía es que no contará con vehículo de apoyo. Soto llevará todo lo necesario en un carrito que diseñó él mismo, donde llevará carpa, ropa, comida y elementos de seguridad.

 

Preparación física y el apoyo familiar

La preparación para un desafío de esta magnitud comenzó hace más de un mes. Soto ha estado entrenando con recorridos de 100 kilómetros cada dos días para mejorar su resistencia. «La clave es la resistencia, no la velocidad», aseguró con firmeza.

Durante el trayecto, su alimentación se basará en alimentos de rápida asimilación como dátiles y barras energéticas durante el día, y comidas más nutritivas por la noche, como pastas y proteínas.

Aunque pedalea solo, enfatiza que este no es un reto individual. «No puedo decir yo, sino nosotros», destacó, reconociendo el constante apoyo de su familia, especialmente de su esposa, Alicia Villarroel, quien brindará respaldo logístico a la distancia durante toda la travesía.

Además, la pasión por el ciclismo se ha transmitido en su familia: su nieto ya ha dado sus primeros pasos en la disciplina, participando en el Mini Río Pinto, una versión infantil de una de las carreras más icónicas del país.