La tensión entre Juan Cruz y el CD Leganés ha llegado a un punto inédito en el fútbol español. El extremo hispanoargentino, que no fue convocado para el primer partido de la temporada contra el Huesca y cuyo regreso ante el Cádiz CF parece descartado, está considerando solicitar un permiso de paternidad para dejar de jugar, según informa Marca. Esta acción, nunca antes vista en el ámbito profesional del fútbol en España, surge en medio de un conflicto abierto con la directiva del club, que se niega a facilitar su salida a pesar del interés de varios equipos de Primera División.
La situación de Cruz en Butarque se ha vuelto insostenible. El futbolista, que se formó en las categorías inferiores del Málaga y el Real Betis, siente que su tiempo en el Leganés ha terminado y ha expresado su deseo de irse del club, con el que tiene contrato hasta 2028. Sin embargo, la postura del club es firme: solo aceptará su salida si se paga la cláusula de rescisión, establecida en 10 millones de euros. Esta exigencia ha complicado cualquier negociación, dejando al jugador fuera de las convocatorias y aumentando la presión en el entorno del club.
El interés en Juan Cruz no ha faltado. El Rayo Vallecano ha mostrado especial interés en hacerse con sus servicios, considerando una oferta de 5 millones de euros por el 60% de los derechos económicos del jugador. No obstante, el Real Betis posee el 40% restante, lo que complica aún más la operación. Otros equipos como el Alavés, el Mallorca, Osasuna y el Celta de Vigo también han explorado la posibilidad de incorporarlo, pero se han retractado al conocer las altas exigencias económicas del Leganés.

Frente al estancamiento en las negociaciones y la negativa del club a facilitar su traspaso, Cruz está considerando una alternativa sin precedentes: el permiso de paternidad. Según información de Marca, el jugador evalúa seriamente solicitar esta baja, lo que le permitiría ausentarse de la competición durante 19 semanas, cerca de cinco meses. Esta opción, contemplada en la legislación laboral, nunca se ha utilizado en el fútbol profesional español como herramienta de presión para forzar una salida.
El contexto contractual añade complejidad al caso. Cruz, con un contrato vigente hasta 2028, se formó en las divisiones inferiores del Málaga y el Betis antes de convertirse en una de las figuras del Leganés. La participación del Betis, que posee el 40% de sus derechos económicos, dificulta aún más cualquier posible traspaso, ya que cualquier oferta debe considerar la distribución de los beneficios entre ambas entidades.
Si finalmente Cruz decide optar por el permiso de paternidad, el Leganés perdería a uno de sus jugadores más importantes durante un periodo clave de la temporada, sin posibilidad de reemplazo hasta la apertura del mercado de fichajes en enero. Para el futbolista, esta decisión implicaría dejar de jugar y entrenar durante casi cinco meses, a la espera de que se reanuden las negociaciones en la próxima ventana de transferencias.





