Fue un instante singular: un clic que escapa del registro de la memoria, pero que posee un profundo significado simbólico. Se trató de un traspaso de mando que, de manera inexplicable, no tuvo lugar en ese momento en Boca y quedó en suspenso por más de una década. El 24 de noviembre de 2013 en la Bombonera, con Carlos Bianchi como testigo privilegiado, Juan Román Riquelme le cedió la cinta de capitán a Leandro Paredes, quien no se la quedó.
La historia detrás de la imagen. Román lidiaba con su quinta lesión en ese año, en medio de un equipo que mostraba irregularidades, y Leo, el heredero oculto a la sombra del gran ídolo, ingresaba desde el banco en un partido gris ante All Boys, al que asistieron Rafael Nadal y Novak Djokovic.
Boca vs All Boys, el 24 de noviembre de 2013 en la Bombonera.
Rafael Nadal y Novac Djokovic en la Bombonera.La situación distaba mucho de ser una sucesión natural. El Virrey posicionaba a Paredes por la banda; no era un número diez ni tampoco un cinco como lo es hoy, y no podía cumplir con la función que le exigía el entrenador, que había cuestionado a Leo en la conferencia de prensa previa, celebrada religiosamente cada viernes.
“¡Leeaaandro!”, le llamó la atención Bianchi durante la práctica de fútbol por haberse quedado parado y no haber buscado un pase precisamente de Román, en tiempos en que las sesiones de entrenamiento eran abiertas a la prensa. Cinco minutos más tarde, el Virrey lo envió al banco y alineó a Francesco Celeste como titular. “Tiene muchas condiciones, pero a veces, con 19 años, debería ser más dominante, tener más llegada y asumir un rol protagónico,” explicó el DT ese viernes en la conferencia posterior.
La realidad era que en ese momento casi nadie recordaba que hacía tres semanas había regresado tras una fractura sufrida en un entrenamiento, provocada por Agustín Orion.
Regresando a la imagen, Riquelme le cedió el brazalete, arrojándolo por el aire ante la mirada de Bianchi. Paredes lo atrapó al vuelo y, en lugar de darse cuenta de que se lo estaba entregando para que se lo pusiera, entró al campo y buscó al principal referente que quedaba: Orion terminó ese partido con la cinta en su brazo derecho.
Para el joven que vestía la 20, sería su último encuentro en Boca antes de su transferencia a la Roma y el inicio de una extensa carrera en Europa, que lo llevó de nuevo en este 2025 al mismo punto de partida. Con el objetivo de saldar una deuda y cumplir sus sueños. Uno de ellos, este domingo ante Central Córdoba, salir a la Bombonera como capitán…
Orion terminó como capitán en ese partido ante Banfield.
