28 de agosto de 2025 15:16

La conmovedora historia del padre de Max Verstappen en la Fórmula 1: un instante crucial de no poder respirar

El incendio en el Benetton de Jos Verstappen en el GP de Alemania de 1994 (@F1)

Jos Verstappen suele estar en la sombra de su hijo, Max Verstappen. El ex piloto de Fórmula 1 lo acompaña a todas las carreras, y el actual cuádruple campeón mundial confirmó que continuará con Red Bull en 2026. A los 53 años, el neerlandés fue una promesa que no logró mostrar su talento en la Máxima. Hace 31 años, vivió su momento más dramático en sus 106 Grandes Premios.

Nacido en Montfort el 4 de marzo de 1972, encontró su camino hacia la F1 con éxito. Fue campeón nacional de karting y luego ganó dos campeonatos europeos. En 1992, se coronó en el certamen europeo de la Fórmula Lotus Opel. Al siguiente año, logró el título en la Fórmula 3 Alemana y el Master de F3 en Zandvoort, hazañas similares a su amigo, el argentino Norberto Fontana, hace tres décadas.

En 1994, Jos debutó en la F1 y llegaba como una de las joyas con potencial para ser campeón mundial. Sin embargo, quedó opacado por Michael Schumacher en Benetton, que es ahora la base de Alpine, donde corre el argentino Franco Colapinto. En ese entonces, Flavio Briatore era el jefe de la escudería y tenía una predilección clara por el alemán, a quien contrató tras su debut en 1991.

El 31 de julio de ese año, se corrió en Alemania, en el antiguo circuito de Hockenheim, un veloz trazado que fue reconfigurado por Hermann Tilke, responsable de la mayor reforma en los 73 años del Autódromo de Buenos Aires Oscar y Juan Gálvez.

En esa temporada, regresaron las recargas de combustible. En la vuelta 15, Verstappen entró a boxes y detuvo su B194 con motor Ford. Todo marchaba bien hasta que una fuga de combustible provocó un incendio. Verstappen permaneció 12 segundos en llamas, en medio del caos, donde algunos mecánicos también sufrieron quemaduras antes de extinguir el fuego. Las imágenes impactantes dieron la vuelta al mundo en una temporada marcada por las tragedias de Ayrton Senna y Roland Ratzenberger, el 1 de mayo en Imola.

“Recuerdo haber entrado pensando que sería una parada normal en boxes. Siempre abría la visera del casco porque sudaba mucho al detenerme, así que la levantaba para respirar un poco”, relató Verstappen en declaraciones publicadas por Motorsport.

“Entonces vi el fluido. Esto fue antes de que pudiera oler nada, por lo que movía el brazo. Luego todo se incendió y de repente todo se volvió oscuro y negro, no podía respirar. Era una situación en la que no piensas: es como si de repente te metieran en una habitación oscura, y luego te dices: ‘Necesito salir…’”, agregó.

“Me costó quitar el volante, y eso me llevó un par de segundos. Después tuve que desabrochar los cinturones. Así que había muchas cosas que debía hacer antes de darme cuenta de lo que había sucedido”, finalizó.

Las llamas en el mecánico

Ese año, Verstappen logró sus únicos dos podios en la categoría, obteniendo tercer lugar en Hungría (donde competirá este fin de semana) y en Bélgica, casi de local, ya que su ex pareja y madre de Max, Sophie Kumpen, es de allí y también compitió en karting, enfrentándose a Jenson Button, Nick Heidfeld, Jarno Trulli y Giancarlo Fisichella.

Verstappen padre tenía talento, pero nunca contó con un auto competitivo para luchar por delante. Su experiencia en Benetton fue complicada, ya que el equipo estaba diseñado en torno a Schumacher, como actualmente sucede con su hijo Max en Red Bull. “Muy poca gente lo conoce. Era realmente bueno”, le comentó Fontana a Infobae. “Lo que pasa es que en la F1 lo quemaron. Lo subieron a Benetton justo cuando Schumacher estaba en su apogeo. He leído algunos comentarios en Argentina y lo critican, pero no es justo. Fue campeón de karting, campeón de Fórmula 3 y llegó a la F1. Logró un par de podios, pero cuando los autos eran físicamente muy demandantes. Ahí fue donde, a mi juicio, no logró un buen rendimiento porque necesitaba tiempo para desarrollarse. Después, un auto se le coló detrás y no pudo revertir la situación”, añadió el Gigante de Arrecifes, quien disputó cuatro Grandes Premios en 1997, en Francia, Gran Bretaña, Alemania y el GP de Europa en Jerez de la Frontera, España.

Jos Verstappen acompaña en todas

Después de su etapa en Benetton, Jos corrió en Simtek (1995), Footwork (1996), Tyrrell (1997), Stewart (1998), Arrows (2000 y 2001) y Minardi (2003). Compitió tres veces en Argentina, siendo su mejor posición un sexto puesto en 1996 (salió séptimo). “Fue hace mucho. Siempre recuerdo que era un circuito pequeño, pero bueno y desafiante”, le comentó Jos a este medio en una entrevista durante el último Gran Premio de San Pablo. En las otras dos competencias en nuestro país, tuvo que abandonar. Su participación en el Oscar y Juan Gálvez fue su cuarto mejor resultado, tras un quinto y un cuarto puesto en Canadá e Italia en 2000, más otra sexta posición en Austria en 2001. También guarda un buen recuerdo de Fontana: “Norberto es muy amable. Es un buen tipo. Mantenemos el contacto y es un apasionado de la F1”, confiesa.

Ese incidente en Hockenheim hace 31 años se recuerda como uno de los momentos más dramáticos en la historia de la categoría, y Jos Verstappen puede contarlo. Su historia refleja la de jóvenes talentos que llegan con potencial ganador y que no logran concretarlo. Su camino podría haber sido diferente si no hubiera tenido a Michael Schumacher al lado.

Quizás su frustración por no haber alcanzado el sueño de ser campeón de F1 lo llevó a Jos a ser estricto en la formación de Max, quien también agradece a su padre por todo. Como en sus inicios en karting, cuando recorrían Europa en una camioneta, hoy los Verstappen son inseparables en los circuitos.