El Real Madrid llegó al Mundial de Clubes con la intención de darle un giro a una temporada opaca. Con un plantel renovado y Xabi Alonso dirigiendo, comenzaron su camino, dispuestos a cerrar la temporada con un trofeo y despedir a Luka Modric con honores. Sin embargo, el fútbol no siempre es justo, y el PSG tampoco lo fue. Los dirigidos por Luis Enrique dominaron el campo, hundiendo a los blancos en los primeros 10 minutos. Antes del descanso, Fabián casi sentenció el partido y Gonçalo Ramos cerró la fiesta parisina en los últimos minutos. Tras una temporada complicada y una goleada contundente, se despide Luka Modric, el genio de Zadar.
El 24 de mayo pasado, el jugador croata hizo oficial su salida del club al final de la temporada, después del Mundial de Clubes. Sin un destino claro, la noticia impactó a los aficionados madridistas. No fue una decisión del propio jugador, sino del club. El croata finaliza contrato este verano (30 de junio, específicamente), y la directiva optó por no renovarlo. Esta decisión marca el fin de una era de futbolistas que ganaron todo y brillaron en el Real Madrid durante años. Y allí estaba Modric, dirigiendo el juego con su magia. El croata deja 13 años de éxitos, títulos y, sobre todo, de un fútbol que quedará para siempre en la historia del club.
En agosto de 2012, el club blanco pagó 42 millones de euros por su fichaje. El croata se unió por cinco temporadas. “Es uno de los días más felices de mi carrera“, confesó. Su debut no se hizo esperar; apenas dos días después, jugó la vuelta de la Supercopa de España contra el FC Barcelona, reemplazando a Özil. Así, el croata se llevó su primer título de inmediato.
Apenas dos años después, levantó su primera Champions, la décima. Fue la primera de muchas, contabilizando en su vitrina seis orejonas, además de 4 Ligas, 5 Mundiales de Clubes, 4 Supercopas de España, 5 Supercopas de Europa, 2 Copas del Rey y una Intercontinental. En el ámbito individual, también conquistó un Balón de Oro en 2018, superando a figuras como Cristiano Ronaldo y Antoine Griezmann.
Después de una temporada casi sin títulos, salvo la Copa Intercontinental y la Supercopa de Europa, el Real Madrid aspiraba a una hazaña en el Mundial de Clubes y quería despedir a Modric en grande: con su capitán levantando el trofeo. Era el último baile del croata y tanto los románticos como los aficionados anhelaban un adiós con un nuevo título. Sin embargo, el inicio en América fue complicado, ya que no pasaron del empate 1-1 ante el Al-Hilal.
Luego de ese momento, el Real Madrid despertó y mostró un rostro diferente al habitual. Los destellos de la era Ancelotti parecían escasos, y comenzaba a perfilarse la idea que Xabi Alonso quería implementar. Contra Pachuca lograron un 3-1 y contra el Salzburgo un 0-3, lo que les dio el primer lugar de su grupo y los llevó a la siguiente ronda. Modric tuvo un rol secundario, pero contribuyó en los segundos tiempos, donde suele sentirse a gusto. Frente a la Juventus y el Borussia Dortmund, nuevamente exhibieron un estilo renovado, con aire fresco para seguir avanzando hasta semifinales.
El PSG se presentaba como un adversario complicado, llegando al torneo tras haberse coronado campeón de la Champions. Y los pronósticos se cumplieron. Los jugadores de Luis Enrique solo necesitaron 10 minutos para tomar ventaja, gracias a errores de Asencio y Rüdiger que fueron aprovechados por Fabián y Dembélé. Desde ese momento, el partido se convirtió en un asedio contra la portería de Courtois. Este acoso culminó con el tercer gol del club francés, obra de Fabián, que sentenció la semifinal antes del descanso. En la segunda parte, Modric ingresó junto a Brahim y Militao, intentando revertir la situación, un desafío que solo los que han llevado el escudo del Real Madrid pueden llevar a cabo.
Modric movía el balón por todo el campo del MetLife Stadium, buscando generar espacios, desmarques de sus compañeros y oportunidades de gol. Pero nada salió como esperaban. En los minutos finales, Gonçalo Ramos se unió a la celebración del PSG, poniendo el broche final al encuentro. Pocos minutos después, el árbitro decretó el final del partido, sellando así el pase de los dirigidos por Luis Enrique a la final del torneo. Así concluyó la última aventura del croata con la camiseta blanca. Modric se despide del Real Madrid tras 13 temporadas y múltiples títulos. Finaliza su etapa en el club con un sabor agridulce, el de no haber podido levantar el trofeo del Mundial de Clubes, sin haber podido extender, aunque sea un partido más, su paso por el club blanco. El genio de Zadar se despide con honores, preparándose para su nuevo destino.
