Era el perro del paddock. Las imágenes de Roscoe recorriendo libremente los muelles del puerto de Montecarlo quedaron grabadas en la memoria cuando el personal de control de acceso abrieron las puertas para permitirle moverse a su antojo. Lewis logró convertirlo en una figura icónica de la zona, a pesar de ser solo un perro.
Contaba con un perfil de Instagram que sumaba 1,3 millones de seguidores, donde lo describían como el bulldog vegano. Su popularidad era tal que incluso generaba ingresos—se habla de hasta 700 euros diarios.
Se comenta que el siete veces campeón del mundo decidió saltarse las pruebas de Pirelli en Mugello, donde iba a probar los neumáticos de 2026, para estar junto a su fiel bulldog.
Un acto de nobleza que demuestra el fuerte vínculo que el ferrarista tenía con su perro, al punto de llorar su muerte como lo haría con un ser querido. Solo quienes han tenido un animal en casa pueden comprender la profundidad de esa relación, y debe haber sido realmente doloroso tomar la decisión de sacrificarlo.
“Después de cuatro días en cuidados intensivos, durante los cuales luchó con todas sus fuerzas, tuve que tomar la decisión más difícil de mi vida y despedirme de Roscoe. No dejó de luchar hasta el final. Esta es una de las experiencias más dolorosas que he vivido, y siento una conexión profunda con todos aquellos que han enfrentado la pérdida de una mascota querida. Me siento muy agradecida y honrada de haber compartido mi vida con un alma tan bella, un ángel y un verdadero amigo. Acoger a Roscoe en mi vida fue la mejor decisión que he tomado y siempre guardaré los recuerdos que creamos juntos.”

Lewis Hamilton con Roscoe
Foto de: Ferrari
Todo esto resulta completamente entendible, pero debemos cuestionarnos cómo el amor hacia un perro, en la era de las redes sociales, puede desencadenar reacciones que merecen ser analizadas: Ferrari publicó: ‘Roscoe era un perro increíble y nunca le olvidaremos’. McLaren comentó que “…Roscoe era una estrella en el paddock y lo extrañaremos”, mientras que para Mercedes, “…siempre formará parte de nuestra familia”.
La Federación Internacional también expresó: “La familia de la FIA se entristece al conocer el fallecimiento de Roscoe. Nuestros pensamientos están contigo, Lewis”. Es positivo que el organismo regulador haya extendido su apoyo al piloto, pero también es fundamental remarcar el enorme impacto mediático que ha generado esta pérdida, manifestado en los numerosos mensajes de apoyo de otros pilotos hacia Hamilton.
El dolor ha trascendido lo personal para convertirse en algo colectivo. Según el doctor Riccardo Ceccarelli, coach mental y propietario de Formula Medicine, el siete veces campeón del mundo siempre ha indicado que necesita “sentir” el respaldo de quienes lo rodean para recargar energías.
Es probable que veamos a un Hamilton extraordinariamente motivado el domingo en el GP de Singapur, porque hay que aprender a sobrellevar el dolor.
Lo sorprendente es que la imagen de Roscoe ha suscitado un sentimiento tan compartido que merece ocupar grandes titulares en los medios más relevantes, no solo en páginas dedicadas al automovilismo.