3 de septiembre de 2025 00:06

La historia de la pelea más loca de Mike Tyson: la venganza del pandillero con “fuerza casi extraterrestre” en Harlem.

El legendario boxeador ya había vencido a Mitch Green sobre el ring, pero en las calles de Harlem volvieron a estar cara a cara dos veces

En la madrugada del 23 de agosto de 1988, Harlem fue escenario de un insólito enfrentamiento entre dos emblemáticas figuras del boxeo neoyorquino: Mike Tyson y Mitch Green. Lo que comenzó como una simple disputa verbal dentro de la tienda de ropa Dapper Dan se transformó en una pelea callejera caracterizada por la inusual fuerza de Green, atribuida por Tyson al consumo de PCP, y por las inesperadas consecuencias que sufrió el campeón mundial. Este episodio, narrado en múltiples ocasiones por Tyson, resalta la brutalidad del altercado y los elementos casi surrealistas que lo rodearon.

La rivalidad entre ambos se originó en 1986, durante su enfrentamiento en el Madison Square Garden. En aquella ocasión, Green, conocido por su altura y liderazgo en pandillas, logró resistir los embates de Tyson durante diez asaltos, aunque finalmente perdió por decisión unánime. Este combate, llevado a cabo seis meses antes de que Tyson se convirtiera en el campeón de peso pesado más joven de la historia, dejó una tensión subyacente. Green, molesto por lo que percibía como un trato injusto por parte del promotor Don King, ansiaba una revancha que le pudiera reportar una significativa compensación económica, aunque la posibilidad de un segundo combate oficial se veía remota.

La noche del altercado, Tyson se encontraba en Harlem para recoger una chaqueta de cuero personalizada en Dapper Dan. Al enterarse de la presencia del campeón, Green irrumpe en la tienda sin camisa y comienza a insultarlo. Según el relato de Iron Mike, su intención era mantener la calma y evitar problemas, pero la situación se tornó hostil rápidamente. Tyson recuerda haber advertido a Green sobre las consecuencias de provocar una pelea, recordándole su derrota anterior en el ring y sugiriéndole que se retirara. Sin embargo, la confrontación se intensificó cuando, tras un intercambio verbal, Kid Dynamite lanzó un derechazo a Green, quien retrocedió pero no se rindió.

El ex campeón mundial relató en su programa “La Verdad Indiscutible” y en su podcast “Hotboxin’ With Mike Tyson” que, tras el primer golpe, Green mostró una resistencia inusitada. Tyson atribuye esta fortaleza a que Green estaba bajo los efectos de PCP, una droga conocida como “polvo de ángel”, que, según él, le proporcionaba una “fuerza casi alienígena”. A pesar de los repetidos puñetazos, Green se mantenía en pie, tambaleándose pero sin caer. Ante la falta de resultados, Tyson optó por una patada giratoria al estilo Bruce Lee, logrando finalmente derribar a su oponente.

Tyson y Green: dos miradas

El enfrentamiento tuvo repercusiones para Tyson. Durante la pelea, sufrió una fractura en la mano, lo que obligó a posponer su defensa del título mundial contra Frank Bruno. Este combate, originalmente programado para poco después del incidente, finalmente se llevó a cabo al año siguiente, alterando la agenda deportiva del campeón.

Mitch Green, por su parte, ofreció una versión diferente de los hechos. Según su testimonio, el campeón del mundo le sorprendió con un puñetazo inesperado que lo hizo caer al suelo de la tienda. Esta discrepancia en los relatos ha alimentado la leyenda en torno al altercado, con cada protagonista defendiendo su perspectiva sobre lo ocurrido aquella noche.

En sus intervenciones públicas, Tyson ha profundizado en los detalles del enfrentamiento, describiendo cómo la pelea se trasladó a la calle y cómo Green, a pesar de ser derribado en varias ocasiones, se levantaba una y otra vez, comparándolo con personajes de películas de terror. Tyson también recordó un segundo episodio, cuando Green rompió el espejo lateral de su Rolls-Royce. En ese momento, la leyenda del boxeo descendió del vehículo, golpeó a Green y, al ver que este no se movía tras caer al suelo, sintió un temor genuino de haberlo matado. Iron Mike confesó que, presa del pánico, abandonó rápidamente el lugar.

El desenlace llegó al día siguiente, cuando Tyson vio en los periódicos una foto de Green con el ojo lesionado. Solo entonces sintió alivio al confirmar que su rival había sobrevivido al brutal enfrentamiento.