Habían pasado unos segundos de la victoria de Argentina 3-0 ante Venezuela y los aplausos de gratitud se acumulaban en el Monumental. La Scaloneta estaba recibiendo otra merecida ovación tras una nueva exhibición de fútbol, con un Lionel Messi en modo Messi. La mayoría de los muchos periodistas que estaban en el palco de prensa de la platea Belgrano se sumaron a las palmas. Fue entonces cuando uno de los más veteranos soltó una sentencia que quedó dando vueltas en el aire de Núñez. “Este equipo es todavía mejor que el de 2022”, soltó. Y aclaró: “Juegan creyéndose invencibles”.
La frase del periodista disparó los interrogantes. Y una duda mayúscula: ¿es posible separar a esta Scaloneta 2025 de la de Qatar 2022 y analizarla como dos distintas? La respuesta apresurada diría que no. Pero se puede jugar e intentar remarcar las diferencias entre un modelo y el otro. Luego, cada lector y amante del fútbol definirá de qué lado pararse.
La Scaloneta 2022 tenía la virtud de lo novedoso. Más allá de que llegó al Mundial con una gran racha de partidos sin perder (36), el equipo se terminó de conformar durante la competición. Quiere decir esto que los rivales no conocían la idea de Scaloni al detalle. Otra cuestión diferente es el nivel físico de Lionel Messi. La Pulga mantendrá su jerarquía hasta el final de sus días, aunque el calendario pesa a la hora de entrar a la cancha. El Leo actual es un poquito menos que el de Qatar desde lo atlético.
También llegará al Mundial de 2026 tras competir en una liga de menor relieve como la MLS. El último de los factores es la presencia de Ángel Di María, quien decidió retirarse de la Selección después de la Copa América de 2024.
Por contrapartida, la Scaloneta 2025 está más afianzada. Los juveniles que irrumpieron en Qatar son ahora piezas clave en los elencos más destacados de Europa. Incluso muchos son capitanes en sus clubes. Los ejemplos abundan. Enzo Fernández llegó a suelo árabe con apenas 3 juegos con Argentina y ahora acumula 37. Thiago Almada pasó de 1 a 11, Julián Álvarez de 11 a 47, Emiliano Martínez de 19 a 53, Cristian Romero de 12 a 45, Alexis Mac Allister de 8 a 38 y Lisandro Martínez de 10 a 26.
También está más aceitado el circuito de juego y ahí hay una enorme virtud en Scaloni, que logra renovarles los retos a los futbolistas. Así, nadie se relaja en la Scaloneta y el techo parece siempre estar un poquito más alto. Por eso los intérpretes casi siempre se repiten y los pases y las conexiones salen de memoria.
“No es sencilla la comparación. La de 2022 logró lo que todos quieren. Y no es fácil ser campeón del mundo. Creo que el equipo se sacó la espina en la Copa América de Brasil 2021 y se liberaron las cabezas de muchos jugadores, especialmente la de Messi y Di María. La de 2025 me gusta muchísimo porque todos los jóvenes que irrumpieron en Qatar ahora tienen más experiencia y roce con futbolistas de élite. Así y todo, sigue siendo un equipo con juventud. La edad ideal de los jugadores, para mí, está entre los 26 y los 28 años”, le explicó Pablo Lavallén a Clarín.
Y amplió: “Después, cada equipo tiene sus muchas virtudes. La actual juega con aplomo: los partidos que jugaron juntos hacen que los futbolistas se sientan confiados. Y de a poco se van incorporando otros juveniles y no se ve el techo. Es cierto que Messi está en su etapa final, pero siempre es Messi. Juega con la cabeza, lee todo lo que pasa y es un goleador serial. A esta Selección la noto un poco más afianzada que a la de 2022. Ojalá puedan coronar en 2026 y ahí sí se podrá decir que es superior a la de Qatar. Eso de acuerdo a mi gusto personal, claro”.
Desde España, Ángel Cappa aportó su mirada siempre profunda y particular. “Es un error dividir a las selecciones porque todas forman parte de una evolución que responde a la misma identidad futbolística. La nuestra, la Argentina, viene desde el año 1920 -o más atrás-, desde antes del profesionalismo. Allá lejos se formó el estilo, una forma de ser. Por eso el fútbol es un hecho cultural: responde a un modo de ser. Y esa manera a veces evoluciona; otras se detiene o retrocede. ¿Por qué ocurre eso? Puede ser por entrenadores que desconocen o niegan la identidad. O tal vez ocurre que no aparecen en cantidad los jugadores que puedan responder a la idea. Respeto también es poner a los futbolistas que alimentan la manera de ser”, analizó el ex entrenador de Huracán y River, entre muchos.
Y agregó: “Estoy seguro de que si hay un entrenador que es consciente y respeta la identidad, la Selección va. Y este equipo que comanda Scaloni está consolidado y los futbolistas se sustituyen por cuestiones biológicas. Quiero decir, entonces, que no se puede asegurar que esta Selección de 2025 es mejor que la de 2022 porque son la misma. No es correcto tomar a cada equipo como algo aislado. Se puede apelar a la metáfora de los ríos: por más que los desvíes, el agua busca siempre su cauce. La identidad se puede torcer, pero a la larga o a la corta volverá a su esencia”.
También Julio César Falcioni aceptó el juego de Clarín. “Es difícil señalar cuál es mejor porque entran en juego los gustos personales. La diferencia sustancial que noto es que el equipo actual ganó mucho en experiencia y que los rivales lo respetan de otra manera. No es casual que casi todos le salen a cerrar espacios, incluso los seleccionados de fuste. Tal vez ahora la defensa está más consolidada porque el arquero y los centrales son siempre los mismos. Algo similar ocurre con los volantes, que son agresivos y dinámicos para moverse. Lo que sí observé en los últimos partidos es que la Selección tiene a mano otro plan. Contra Venezuela, con los cambios y los ingresos de Nicolás González, Lautaro Martínez y Giuliano Simeone, el equipo fue más directo, sin tanta elaboración. Y eso, tener la opción de jugar al toque o de manera directa, te hace muy peligroso”, aseveró el Emperador.
Y cerró: “Otra cuestión positiva es la incorporación de juveniles, como por ejemplo las de Thiago Almada, Nico Paz o Franco Mastantuono. Al estar tan afianzada la idea y el equipo, los que se meten lo hacen sin presiones y eso les facilita la tarea”.
En resumen, si la Scaloneta versión 2025 es mejor o peor que la de 2022 es apenas una anécdota porque ambas, si es que son distintas, son fabulosas. Por eso el mundo entero está rendido a sus pies desde hace largos años. Y las dos son comandadas por Scaloni desde afuera y por Messi desde adentro.