Taylor Townsend, tenista profesional estadounidense, recibió críticas luego de realizar comentarios negativos sobre la comida china durante su presencia en la final de la Copa Billie Jean King, celebrada este año en Shenzhen, China. A sus 29 años, Townsend viajó como parte del equipo estadounidense para participar en uno de los torneos más relevantes del calendario internacional femenino. Pese a enfocarse en su desempeño deportivo, su actividad fuera de la cancha atrajo atención.
Por medio de sus redes sociales, la jugadora compartió videos y mensajes donde mostró su desconcierto por algunos de los alimentos que encontró en el buffet del torneo. En una de las historias de Instagram que luego eliminó, Townsend mostró un pepino de mar y, sin disimular su sorpresa, comentó: “¿Qué es esto?”. Luego mencionó que necesitaba “hablar con Recursos Humanos”, evidenciando su descontento con las opciones de la cena.
En otra publicación, la estadounidense expresó su reacción ante otros platos ofrecidos esa noche. Townsend escribió: “Sinceramente, me sorprende lo que ví en el buffet de la cena. Al pensar en ello… esta gente está matando ranas… ranas toro. ¿No son venenosas? ¿No dan verrugas y forúnculos?”. La tenista cuestionó el método de cocción: “Y el hecho de que esté todo guisado con chiles, pimientos y cebollas… Como, ‘¿Realmente lo convertiste en un plato?’”. En resumen, evaluó la experiencia gastronómica: “En total, le daría un dos de diez hasta ahora, porque es una locura.”
Las declaraciones de Townsend se difundieron rápidamente en internet, generando reacciones negativas tanto en China como a nivel internacional. Muchos usuarios expresaron que los comentarios de la tenista evidencian una falta de respeto hacia las tradiciones culinarias locales, resaltando la importancia de la sensibilidad intercultural cuando los deportistas compiten a nivel global.
La controversia llevó a Townsend a pronunciarse nuevamente, esta vez para disculparse. En un comunicado a sus seguidores y al público, la deportista reconoció que sus palabras fueron erradas. Townsend comentó: “Hola a todos, solo quería venir aquí y disculparme sinceramente desde lo más profundo de mi corazón.” Subrayó el privilegio de representar a su país y competir en el extranjero: “Entiendo que tengo un gran privilegio como atleta profesional por poder viajar por el mundo y vivir diferentes culturas, que es una de las cosas que más me gusta de lo que hago.”
En su mensaje, Townsend también mencionó haber recibido un excelente trato en el torneo: “He tenido una experiencia increíble y un tiempo maravilloso aquí, y todos han sido muy amables y atentos, y mis comentarios no reflejan eso en absoluto, y solo quería disculparme.” Aseguró que su comportamiento no tiene justificación: “No hay excusa. No hay palabras. Por mi parte, intentaré ser mejor. Estoy muy agradecida a mi país por poder representarlo.”
No es la primera vez que Townsend se encuentra en el centro de la polémica. Durante el Abierto de Estados Unidos, vivió otro episodio que la involucró. En ese torneo, su rival Jelena Ostapenko hizo comentarios que algunos espectadores consideraron ofensivos luego de un partido de segunda ronda. Ostapenko calificó la actitud de Townsend como de “falta de clase” y “falta de educación”, lo que desató debates sobre un posible trasfondo racista. Esto llevó a Ostapenko a negar públicamente las acusaciones y ofrecer disculpas. Townsend, por su parte, mencionó que “no lo percibió así, pero también ha sido un estigma en nuestra comunidad la falta de educación.”
Con este nuevo episodio en China, Taylor Townsend enfrenta críticas dentro y fuera del ámbito deportivo. La atención en la comunidad internacional del tenis ahora se centra en cómo estas experiencias afectarán su imagen pública y las relaciones del equipo estadounidense en próximas competiciones.