La vida a todo color de Rossi

Los arqueros tienden a llegar al auge de sus carreras más tarde que los futbolistas de campo. La trayectoria del Dibu Martínez es un ejemplo claro de ello: tuvo que esperar para alcanzar su cima. En un rol donde la acumulación de experiencia es un capital esencial, el aprendizaje se forja a través de vivencias intransferibles que, al enfrentar errores, permiten identificar debilidades que deben ser trabajadas, corregir falencias, depurar la técnica y perfeccionar la lectura de juego. La intuición es generalmente un atributo innato, pero el conocimiento se adquiere. Agustín Rossi, héroe del Flamengo campeon en la Libertadores, ha alcanzado el óptimo momento de madurez. Al igual que un buen vino que mejora con el tiempo, los años han fortalecido al ex Boca.

Sumamente sólido en el juego aéreo al momento de salir a cortar centros, se adueña del área y muestra reflejos impecables sin ninguna grieta. A sus 30 años, destaca un liderazgo natural en un club extremadamente demandante, el más popular de Brasil, con todas las presiones que eso conlleva. Rossi, quien ya había llegado a la final de la Libertadores con Boca en 2023, cuando perdió ante Fluminense por 2-1, logró tomar revancha de aquella caída.

De esta manera, ha conquistado el reconocimiento del público brasileño, posicionándose como uno de los mejores arqueros argentinos, solo por detrás del Dibu. Un grupo que comparte con Rulli (Olympique de Marsella) y Cambeses (Racing).

Las estadísticas reflejan su notable nivel. Con nueve vallas invictas en los 13 partidos que disputó en esta Libertadores, alcanzó las marcas de Armani en Atlético Nacional (2016) y Andújar en Estudiantes (2022).

En esta Copa, solo le marcaron cinco goles. En el Brasileirao también brilla: a falta de dos jornadas para el final, Flamengo le saca cinco puntos a su escolta, Palmeiras. Rossi jugó los 36 encuentros del campeonato, mantuvo la valla invicta en 24 y, con 24 goles en contra, es el arquero que menos ha recibido en el torneo.

Rossi es un continuador de una tradición de grandes arqueros argentinos en Brasil: Fillol en Flamengo, Cejas en el Santos de Pelé y el Gato Andrada en Vasco da Gama. No es sorprendente que algunos ya pidan al ex Boca para la selección brasileña.