“Un momento de mierda que no es para cualquiera”. Las palabras de Marcelo Gallardo tras la eliminación de River en la semifinal de la Copa Argentina frente a Independiente Rivadavia en Córdoba no se dirigieron a nadie en particular, pero es evidente que el entrenador hacía referencia a casos específicos, además de lanzar un fuerte mensaje colectivo. En cambio, los hinchas sí expresaron sus críticas y señalaron con el dedo virtual en las redes a ciertos futbolistas como responsables de la profunda crisis futbolística que atraviesa el equipo.
Los jugadores de River señalados son varios, no solo por lo ocurrido en la derrota por penales del viernes pasado en el Kempes, sino porque su rendimiento en ese partido decisivo colmó la paciencia de los fanáticos, quienes ya habían sufrido la frustración en el Mundial de Clubes y en la Copa Libertadores durante los últimos meses de este 2025, repleto de golpes de nocaut para el equipo del Muñeco.
El colombiano Kevin Castaño se encuentra entre los más criticados, principalmente porque su rendimiento estuvo muy por debajo de los 14 millones de dólares que River invirtió en su pase: el volante central de 25 años solo aportó despliegue gracias a sus condiciones físicas naturales, pero repitió graves falencias en los pases, en su ubicación en el campo y en sus decisiones, que a menudo muestran más impulso y desorden que lucidez y jerarquía.
Giuliano Galoppo, por supuesto, quedó marcado por la forma en que pateó y falló su penal en la serie contra la Lepra mendocina, justo cuando había sido uno de los volantes mixtos más útiles gracias a su capacidad táctica y llegada al gol. Miguel Ángel Borja tampoco logró convertir su remate en la definición, sumando otra mancha a su bajo 2025, en el que se despedirá de Núñez a fin de año, cuando finalice su contrato. De hecho, el Colibrí ya fue silbado en el Monumental.
El otro delantero que no logra salir de su pozo futbolístico, profundizado en la semi de la Copa Argentina, es Facundo Colidio, quien había mostrado mejoría con una gran jugada individual y asistencia (a Maxi Meza) en el 2-0 contra Talleres por el Clausura. Sin embargo, seis días después volvió a no estar a la altura de un partido decisivo, como ya había sucedido frente a Rayados de Monterrey en el Mundial de Clubes, en los cuartos de final contra Palmeiras, en los octavos de la CA contra Unión y, antes en esta misma temporada, frente a Talleres en la final de la Supercopa Internacional y ante Platense en los cuartos del Apertura. Cabe destacar que el punta, formado en Boca y exinter de Milán y Tigre, no convierte goles desde el 19 de julio, en el 4-0 contra Instituto en Córdoba.
Los casos de Paulo Díaz y Galarza Fonda
El chileno Paulo Díaz pasó de ser ovacionado por los fanáticos de River en el Monumental a ser cuestionado por su bajo rendimiento en partidos decisivos, a pesar de que el zaguero de 31 años no jugó ni un minuto ante Independiente Rivadavia y de que lucha con una lesión crónica en su rodilla izquierda (sinovitis) que le impide recuperar su mejor versión. Por esta razón, el hombre de la selección trasandina perdió el puesto ante el joven Lautaro Rivero, en constante evolución y con un nivel que lo llevó a integrar la Selección Argentina en la última convocatoria de Lionel Scaloni.
En cuanto al volante zurdo Matías Galarza Fonda, su debut entusiasmó a todos cuando se presentó ante San Lorenzo, justo cuando se sumó como refuerzo de River junto a Juan Carlos Portillo, pero su rendimiento se desplomó, dejando de lado su potencial y quedando relegado al banco de suplentes.

