Luis Ventura recibió un fuerte golpe que lo dejó tendido en el césped e inconsciente durante varios segundos, en el contexto de una batalla campal que selló el empate 2-2 entre Central Ballester y Victoriano Arenas por la Primera C. Este violento episodio resonó tanto en el ámbito futbolístico como en el del espectáculo, dado que el periodista y entrenador debía inaugurar la ceremonia del Martín Fierro de Radio esa misma noche.
El incidente tuvo lugar en el estadio situado en la intersección de Sarratea y Dr. Raúl Bagnati, en José León Suárez, durante la fecha 19 del Grupo B de la Primera C, un partido crucial para los equipos en la parte baja de la tabla. El encuentro, que comenzó a las 15:30 con normalidad y bajo un dispositivo de seguridad habitual, se tornó violento en los últimos minutos.
Cuando el equipo local logró empatar 2-2, el árbitro pitó el final del encuentro, provocando la indignación de los jugadores visitantes, lo que llevó a una confrontación verbal que rápidamente escaló a agresiones físicas. Según el informe de la Comisaría San Martín Cuarta, el personal policial intervino para intentar disuadir la pelea, pero la situación se desbordó cuando varias personas ingresaron al campo a través de una puerta que conecta con la platea, sumándose al tumulto.
“Lo verbal se transforma en agresión física, por lo que personal policial interviene en la situación para disuadir la gresca. En ese momento, comienzan a ingresar e invadir el campo tanto el director técnico del equipo contrario como el local, entre ellos Luis Ventura, quien termina siendo agredido por un tercero”, detalla el informe de la agresión elaborado por la Comisaría. Además, añaden: “Por tal motivo, se separa a los involucrados, logrando dividir a los jugadores y directivos, llevándolos inicialmente al subsuelo donde se encuentran los vestuarios local y visitante.”
En medio de la confusión, Ventura intentó separar a los involucrados e llamó a sus jugadores para que se dirigieran al vestuario. Mientras avanzaba con una silla plegable en mano, una persona con campera negra y roja lo atacó por la espalda, dejándolo tendido en el suelo.
Colaboradores y auxiliares del equipo de Valentín Alsina corrieron en su ayuda, mientras la confusión reinaba en el campo. El informe policial indica que, tras la intervención de la oficial principal Lorena Rivero, quien resultó herida durante los forcejeos con jugadores visitantes, se logró separar a los protagonistas y llevarlos al subsuelo donde se encuentran los vestuarios. Allí, se constató la existencia de daños materiales en el vestuario visitante.
“Soy tapa de diario, me están pateando la cabeza en el piso. El presidente (de Central Ballester) debería dejar su complicidad con el comisario que amparó todo esto. Vean en la página de Victoriano Arenas a los golpeados con facas tumberas. La policía se estaba riendo, dejándolos pasar. Liberaron la seguridad para que nos atacaran”, comentó Ventura tras recibir el alta médica, en la mañana del lunes.
Al expresarse sobre el personal policial, Ventura añadió: “Si me habían pegado más arriba, me mataban. En medio de todo esto, tenía un Martín Fierro que no pude asistir, ya que tenía que viajar a Córdoba a buscar a mi hijo más chico. No haré ninguna denuncia, ¿para qué? ¿Para que se rían de mí?”
“Me pegaron de costado, medio de atrás, tengo la cabeza hinchadísima. Creo que llevaron a uno o dos muchachos de Victoriano en ambulancia. Decidí irme, porque quería asistir al Martín Fierro, pero me di cuenta de que no estaba en condiciones”, relató Luis Ventura minutos después de ser agredido en el estadio de Central Ballester, en diálogo con el programa Infama por América TV.
La violencia no solo afectó a los protagonistas directos del partido. Según el testimonio de Ventura, “nos masacraron. Es lo mismo que nos pasó la última vez, en 2018. Liberaron la puerta y nos persiguió la gente de afuera”. El entrenador denunció la reiteración de este tipo de incidentes y cuestionó el arbitraje: “Hubo un arbitraje tendencioso, el juez dio siete minutos de descuento y luego otorgó más tiempo, y nos empatan en ese instante”. Además, confirmó que no asistiría a la gala del Martín Fierro de Radio: “No sé si necesitaré puntos, tengo todo inflamado, lo más probable es que me tengan que drenar”.
El impacto de la agresión trascendió el ámbito deportivo. Ventura debía abrir la ceremonia del Martín Fierro de Radio y entregar varios premios, en una edición que contaría con dos estatuillas de oro y una de platino. Su ausencia obligó a la organización a designar a otro miembro de APTRA como reemplazo. El propio Ventura informó que se trasladó al Sanatorio Los Arcos para recibir atención médica.
La trayectoria de Ventura en el fútbol es extensa. Antes de su carrera periodística, jugó en las Inferiores de Lanús y llegó a entrenarse con el primer equipo, antes de pasar a Victoriano Arenas, club con el que mantiene un vínculo duradero. Como entrenador, dirigió a El Porvenir, Claypole y Arenas, donde su rol va más allá de lo táctico: actúa como psicólogo, gestiona recursos y se ocupa de las necesidades básicas de sus jugadores. “Es lo primero, lo segundo y lo tercero”, ha declarado sobre su dedicación al equipo.
El informe policial culmina afirmando que, una vez disuelta la gresca, ambos equipos y sus simpatizantes abandonaron el estadio en calma y abordaron el ómnibus. La investigación permanece abierta a la espera de novedades.