El futuro de Max Verstappen en la Fórmula 1 sigue generando dudas, especialmente tras sus recientes comentarios acerca de un posible paso a Ferrari. El piloto neerlandés, que tiene contrato con Red Bull hasta 2028, dejó en claro que no descarta correr para el equipo italiano, pero enfatizó que su decisión dependería de tener una verdadera oportunidad de ganar, y no solo del prestigio de la marca.
El atractivo de Ferrari es indiscutible, pero también es verdad que ser parte de un equipo con tanta historia conlleva mucha presión. El propio Enzo Ferrari instauró una cultura en la que los pilotos, salvo raras excepciones, eran vistos como empleados al servicio de la maquinaria.
Actualmente, Lewis Hamilton enfrenta su primera temporada en Maranello bajo una presión significativa. A pesar de haber ganado en la carrera sprint de China, el británico no ha logrado igualar a su compañero Charles Leclerc en velocidad, y el coche no ha cumplido con las expectativas, no siendo un competidor real por la victoria en la mayoría de las carreras. El jefe de equipo, Fred Vasseur, admitió que subestimó el desafío de integrar a Hamilton en Ferrari.
Antes del Gran Premio de Italia en Monza, se le consultó a Verstappen sobre la situación de Ferrari y la adaptación de Hamilton. El neerlandés respondió: “Tienen dos pilotos confirmados para el próximo año, así que no hay discusión. ¿Puede haber una posibilidad? Sí, siempre hay posibilidades en la vida para cualquier decisión”. Aclaró que, aunque no considera actualmente ese movimiento, el futuro es incierto: “Por supuesto, en este momento no está en el horizonte, pero ¿quién sabe? No sé cuánto tiempo más continuaré en la F1, así que hay muchas incógnitas para mí”.

Verstappen también comentó sobre lo difícil que es adaptarse a un nuevo equipo, especialmente con un compañero como Leclerc que ya está bien asentado y conoce a fondo la estructura. “El tema es que él se unió a un equipo que ya tiene un piloto muy fuerte como Charles (Leclerc), así que no será fácil llegar e inmediatamente empezar a superar a tu compañero, que ya está bien integrado, conoce el equipo y habla el idioma”, explicó. Agregó que los autos actuales son complicados y no siempre es fácil discernir las razones del rendimiento: “Estos coches pueden ser bastante complejos a veces, no es sencillo entender completamente por qué eres rápido o no”.
A pesar de la atracción que representa Ferrari, Verstappen ha dejado en claro que no se dejaría llevar únicamente por el mito. “Ferrari es una marca gigantesca. Todos los pilotos se visualizan allí, ‘Me gustaría correr para Ferrari’. Pero creo que ahí es donde está el error: ir solo por manejar para Ferrari”, afirmó. Reiteró que solo consideraría ese paso si percibe una oportunidad real de éxito: “Si alguna vez quiero ir allí, no será solo para correr para Ferrari, iré porque veo una chance de ganar”.
Verstappen tuvo la oportunidad de manejar una Ferrari 296 de Gran Turismo, que tiene un motor de 600 caballos de fuerza y alcanza los 280 km/h. Lo hizo en una prueba en el Nordschleife de 22 kilómetros en Nürburgring, el circuito más largo y peligroso del mundo, usando el seudónimo Franz Hermann. El cuádruple campeón mundial disfruta de las competencias de Endurance.
Para Max Verstappen, la clave es no dejarse llevar solo por la emoción, sino elegir el momento y las condiciones adecuados para competir al más alto nivel.