Cuando Marcelo Gallardo se reunió cara a cara con los cuatro héroes de Madrid —y los dos prescindibles cuyos contratos están próximos a vencerse— para comunicarles que no formarían parte del River 2026, el director técnico inició un proceso de depuración que se reflejará en los próximos papeles durante el verano. Este proceso se extenderá, al menos, a otros cuatro jugadores, aunque su situación y tiempos serán diferentes.
Este jueves, Gallardo priorizó informar a Enzo Pérez, Nacho Fernández, Milton Casco, Pity Martínez, Miguel Ángel Borja y Federico Gattoni que, tal como se había anticipado, serían los primeros descartes de un equipo en reconstrucción.
Cuatro históricos y dos rezagados que ya no están obligados a regresar a Ezeiza y que fueron los primeros en sentarse en la oficina del primer piso del Camp. Allí también desfilará el resto del cuerpo técnico: la idea del DT es fomentar el diálogo, escuchar a todos sus jugadores y, esencialmente, hablarles de forma directa e individualizada acerca de sus realidades.
De los 32 jugadores que comenzarán a entrenarse desde este viernes en el predio, cuatro comenzarán el próximo año relegados en la jerarquía: Facundo Colidio, Paulo Díaz, Sebastián Boselli y Fabricio Bustos. Situaciones contrastantes, aunque unidas por un mismo denominador: si llegan ofertas que satisfagan a ambas partes, serán negociados.
Colidio llegó a su techo
Pese a que su nuevo contrato apenas tiene cuatro meses de vigencia, ya que fue renovado el 18 de julio en medio de ofertas provenientes del fútbol brasileño, Colidio es uno de los jugadores que el cuerpo técnico considera que ha alcanzado su máximo nivel. Al menos en River: tras un primer semestre destacable en el que anotó siete goles (la misma cantidad que Sebastián Driussi y Franco Mastantuono), cuando River necesitó su frescura y talento, el delantero se dejó llevar por el contexto y de agosto a noviembre solo sumó dos goles en los primeros partidos.
Con competencia activa en su puesto (Maxi Salas, Cristian Jaime, Ian Subiabre) y la posible llegada de nuevos revulsivos, la flamante Mesa de fútbol estará abierta a negociar si aparecen interesados por el delantero de 25 años, quien llegó al club hace dos años a cambio de u$s 5M y que ha disputado 45 partidos en la temporada.
Paulo Díaz, ¿y un conflicto latente?
Atractivo para el mercado tanto por su continuidad como por su edad, Colidio no tendrá problemas para encontrar una salida. En contraste, el caso de Paulo Díaz —también con contrato hasta el último día de 2027— podría convertirse en un problema latente: debido a su calidad y estatus de jugador de selección, es probable que haya clubes interesados en él.
Sin embargo, pocos de esos clubes cuentan con una capacidad económica suficiente para hacer frente al salario que recibe el zaguero de 31 años en River (se encuentra entre los mejor pagos del plantel). Su 2025, adicionalmente, ha sido muy duro: afectado en distintos momentos del año por una sinovitis en la rodilla izquierda, participó en 29 partidos.
El último fue ante Boca, donde quedó en evidencia por un error previo al 0-1. Desde ese partido, Gallardo no lo volvió a convocar. Un claro mensaje.
Sin embargo, según pudo verificar este diario, el defensor no está dispuesto a reducir su salario en busca de mayor continuidad. Y es poco probable que una conversación con el Muñeco cambie su postura, por lo cual el dt deberá gestionar la situación para evitar que se enciendan focos de conflicto.
Bustos y Boselli, dos situaciones mellizas
Esto difícilmente se replique con Fabricio Bustos y Sebastián Boselli. La baja participación (1.642’ en 22 partidos) de Bustos, debido a la llegada de Gonzalo Montiel, lo llevó a buscar alternativas hace meses, mientras que el uruguayo, repescado de su cesión en Estudiantes, solo ha disputado 135’ en dos encuentros.
Si se concretan todas las salidas, el promedio de edad del plantel se reducirá de casi 26 a 24 años y tres meses. Además, al considerar el primer semestre, la media del equipo caerá significativamente (era de 28 años y medio).
Con la expectativa de entre cinco y seis refuerzos que podrían llegar —se invertirán entre u$s 25M y u$s 30M— el grupo de trabajo quedará dividido en tres segmentos: 14 jugadores de 21 años o menos, 6 que superan los 30 (cuando en julio eran 12) y 8 más en la franja media.
Un cambio trascendental que busca fomentar el crecimiento a futuro y dejar de estar en desventaja...







