Lionel Messi sigue batiendo récords. Que el sábado hubiese quedado en el centro de la polémica por el penal “picado” detenido por el arquero de Charlotte —que terminó imponiéndose por 3 a 0 ante el Inter Miami— no modificó nada: 72 horas después dio un verdadero espectáculo en el triunfo 3-1 de las Garzas sobre Seattle Sounders, por la MLS, y sumó un nuevo hito a su carrera.
El campeón del mundo con la selección argentina se floreó ante el equipo que lo venció en la final de la Leagues Cup a principios de mes: anotó un gol, dio una asistencia y protagonizó varias jugadas de altísimo nivel.
El 2-0 parcial, a los 40 minutos del primer tiempo en el Chase Stadium, llegó tras una asistencia perfecta y rasante de Jordi Alba desde la izquierda. El astro rosarino se arrojó como Nº 9 y tocó antes de la salida del arquero. La posición en la que apareció no fue casual: con Luis Suárez suspendido por el escupitajo en la citada final y el ecuatoriano Obando, su suplente, lesionado, volvió a desempeñarse como falso ariete, mientras que el lateral del Barcelona se movió casi como extremo. La fórmula dio resultado…
La conquista le dejó otra marca a la Pulga: fue su gol Nº 880 en su carrera y se convirtió en el futbolista más joven en alcanzarlo, con 38 años y 84 días. Además, lo hizo en solo 1122 partidos. ¿A quién superó? Sí, a Cristiano Ronaldo.
El delantero, ex Barcelona y PSG, también había sido protagonista en la apertura del marcador. A los 11 minutos recibió tras un oportuno anticipo de Bright, se las arregló en un metro cuadrado y puso en carrera a Alba, quien definió cruzado de zurda y batió a Stefan Frei. Fue su asistencia Nº 390 en su trayectoria. Bestial.
Siguiendo con la computadora: fue el vigésimo gol del rosarino en la temporada en la MLS (está a uno del máximo anotador de la temporada, Sam Surridge) y su decimoprimera en la temporada. Más: lleva 40 gritos en 2025.
Y su cosecha pudo ser mucho mayor, porque generó numerosas situaciones de gol. A los 27′ protagonizó una acción que, de haber terminado en la red por su factura, habría merecido la clausura del estadio: picó en el límite del offside, dominó en el área, dejó atrás al marcador y tocó de zurda, con un sutil cachetazo, hacia el único hueco libre. La pelota, caprichosa, dio en el palo.
A los 43′ armó una pared con Tadeo Allende, se perfiló para la derecha y lanzó un tiro ajustado que Frei desvió con lo justo. Y a los 75 volvió a quedar mano a mano: aguantó la presión del rival y, en una resolución incómoda, el vencedor fue nuevamente el guardameta.
Con su capitán como estandarte, Inter Miami volvió a meterse en zona de playoffs de la MLS: se acomodó en la quinta posición de la Conferencia Este, con 49 puntos, ocho menos que el Philadelphia Union, pero con tres partidos menos. El próximo sábado, las Garzas recibirán a DC United, también en su hogar en Florida, desde las 20.30 (hora de Argentina).