Miguel Ángel Russo permanecerá internado al menos un día más, hasta que la infección urinaria esté completamente controlada, según fuentes cercanas al entrenador de Boca Juniors. La decisión de mantenerlo en la clínica de la Capital Federal se debe a la necesidad de un seguimiento médico riguroso, dado que su situación no permite, por el momento, un tratamiento ambulatorio.
Russo ya ha pasado dos noches en la clínica y no se prevé que reciba el alta en las próximas horas, ya que los controles clínicos realizados el último martes detectaron una complicación que requirió la administración de medicación intravenosa.
El cuerpo médico identificó que la infección es provocada por una bacteria resistente, lo que llevó a descartar un tratamiento ambulatorio y a mantener a Russo bajo observación. El entrenador de 69 años había ingresado al centro médico el martes 2 de septiembre por la mañana para realizarse chequeos de rutina, pero se le detectó una infección urinaria que lo obligó a permanecer en observación durante 24 horas. Durante la noche del martes, Miguel Russo recibió antibióticos e hidratación por vía intravenosa.
Durante su estadía en la clínica, el entrenador recibió la visita de su hijo Ignacio Russo, delantero de Tigre, y según su entorno, mantiene un buen ánimo, a pesar de su insistencia por regresar a su hogar y retomar sus funciones.
En este contexto, el apoyo de figuras del fútbol argentino ha sido notable en relación a la situación de Miguel Ángel Russo. Uno de los que expresó públicamente su respaldo al técnico de Boca fue Guillermo Barros Schelotto, actual entrenador de Vélez y uno de los máximos ídolos del Xeneize. “Ojalá se pueda recuperar y pronto esté entrenando con Boca”, comentó el Mellizo. Y agregó: “No sé cuál es su situación actual, pero sí que estuvo internado en el hospital. Le deseamos lo mejor. Más allá de haberlo tenido como entrenador y de conocerlo, es una persona del fútbol argentino y se merece lo mejor”.
La relación entre Russo y Barros Schelotto se remonta a 2007, cuando ambos compartieron vestuario en Boca Juniors. En ese momento, el actual técnico de Vélez se encontraba al final de su carrera como futbolista, mientras que Russo iniciaba su ciclo como director técnico del club. Durante esa etapa, Barros Schelotto jugó solo seis partidos bajo la dirección de Russo, siendo titular en uno de ellos. Su despedida del club se produjo en un Superclásico en La Bombonera, donde Russo le permitió ingresar en los minutos finales, justo antes de que Mellizo partiera a Estados Unidos para unirse al Columbus Crew.
A pesar de la discreción en el entorno más cercano a Russo, así como entre los integrantes del Xeneize, y de los lapsos de inactividad en algunos entrenamientos del plantel —una situación que ya se había presentado durante su ciclo anterior en el Ciclón— el técnico no se ausentó en ningún compromiso que disputó el primer equipo de Boca Juniors en su tercera etapa al mando. Desde su llegada a mediados de año y hasta la fecha, dirigió 11 partidos, incluyendo el Mundial de Clubes en Estados Unidos, la Copa Argentina y el Torneo Clausura, enlazando tres triunfos consecutivos que revitalizaron el ánimo del equipo y mejoraron la posición del club tanto en su zona como en la Tabla Anual.
A pesar del hermetismo que ha rodeado la información sobre su estado de salud, tanto desde Boca Juniors como de sus allegados, Russo ha trabajado sin apartarse de sus responsabilidades, incluso cuando en 2017, al frente del equipo colombiano Millonarios, le diagnosticaron cáncer de próstata. Durante ese difícil período, inició su tratamiento médico pero al mismo tiempo guió a los colombianos a conquistar el Torneo Finalización 2017, consolidando su imagen como un referente de fortaleza y tenacidad.
“Como que nunca me entró en la cabeza, no el valor de la enfermedad, sino la dimensión de todo eso. Yo la dejé de lado. Tuve gente que me ayudó mucho, como Mónica, mi mujer; y los colombianos me apoyaron muchísimo también. Yo digo que en todo lo que sea la enfermedad, no es que sea ignorante, pero no la valoro de la forma en la que muchos la valoran”, comentó Miguel Russo en una entrevista con Infobae en noviembre del año pasado, poco después de asumir en San Lorenzo.
Mientras tanto, la rutina de Boca Juniors sigue bajo la dirección de Claudio Úbeda, quien, acompañado por el resto del cuerpo técnico —Juvenal Rodríguez como segundo ayudante, Adrían Gerónimo y Cristian Aquino como preparadores físicos, y Cristian Muñoz en el rol de entrenador de arqueros—, asumió la dirección de los entrenamientos. Este equipo técnico lideró las prácticas tanto ayer como hoy por la mañana y se espera que mantenga la misma dinámica en el doble turno programado para mañana.