Max Verstappen

Normalmente soy positivo, hoy no. El SF-25 va a paso tortuga

29 noviembre 2025 19:51

“Todo el fin de semana ha sido increíblemente difícil”. Estas palabras, breves pero llenas de significado, reflejan a la perfección el estado de ánimo de un desconsolado Charles Leclerc, quien se vio obligado a luchar al máximo con un Ferrari nervioso y complicado. La manifestación más clara de ello se produjo en su primer intento en la Q3, cuando el monegasco perdió el control de la parte trasera de su SF-25 y terminó en la grava, protagonizando un espectacular trompo.

Las primeras complicaciones ya se habían presentado ayer, cuando la Rossa logró una decepcionante clasificación al sprint, finalizando solo en el noveno puesto. Hoy la situación no mejoró, al contrario: el resultado fue incluso peor, con Leclerc terminando en décimo lugar en la parrilla. Un escenario que el propio Charles mencionó, destacando cómo los rivales dieron el paso adelante que el Cavallino esperaba.

Fue un fin de semana frustrante, aún más amargo por una sesión de calificación que concluyó en décimo lugar, a pesar de lo que él mismo describió como una buena vuelta. La diferencia de casi un segundo y dos décimas respecto a la pole dice más que mil palabras. Por supuesto, ese tiempo se logró con un neumático usado, pero el panorama general refleja, sobre todo, las limitaciones de un Ferrari que, una vez más, se vio frenado por sus propias carencias.

Charles Leclerc, Ferrari

Charles Leclerc, Ferrari

Fotografía de: Zak Mauger / LAT Images vía Getty Images

“Un día increíblemente complicado, un fin de semana increíblemente difícil, realmente no sé qué decir. Ha sido sumamente complicado conducir este coche, mantenerlo en pista. Estoy haciendo absolutamente todo lo posible para sacar algo de él, pero por el momento eso es lo único que se puede hacer”, comentó el piloto monegasco al finalizar la calificación.

Leclerc explicó que había cambiado radicalmente la puesta a punto de su monoplaza respecto al día anterior, con la esperanza de encontrar una dirección que garantizara el mismo salto de calidad observado en los dos últimos sprints, en Austin y Brasil. Esta vez, sin embargo, nada produjo los resultados esperados. Por el contrario, los cambios experimentados durante la carrera al sprint en un duelo con Lewis Hamilton terminaron generando el efecto opuesto.

“Tomamos riesgos. Ayer el coche era muy puntiagudo; hoy, mucho menos. Intentamos modificarlo, pero no hubo nada que nos acercara a la solución. Al contrario, parece que los demás estaban un paso por delante de nosotros. Estoy muy decepcionado”.

Charles Leclerc, Ferrari

Charles Leclerc, Ferrari

Foto de: Sam Bagnall / Sutton Images vía Getty Images

Las complicaciones volvieron a manifestarse durante la calificación, confirmando que el SF-25 continúa siendo un coche impredecible y complicado de manejar en las largas curvas cataríes. A la entrada de las curvas, se presenta un molesto subviraje que restringe la velocidad al entrar, el mismo problema que Leclerc había mencionado el día anterior. A la salida, se convierte en un evidente sobreviraje, haciendo que el coche sea inestable y difícil de controlar.

Hamilton comentó que el monoplaza sufre un rebote bastante pronunciado y, sumado al sobreviraje, estos dos factores han afectado considerablemente las dificultades que él ha experimentado, llevándolo a recordar momentos de hace meses. En cambio, Leclerc logró gestionar mejor el subviraje, aunque las limitaciones inherentes del SF-25 siguen siendo patentes.

No es sorprendente que, al analizar la vuelta de Leclerc en comparación con la del poleman, las limitaciones se evidencien en cada curva, lo que indica que las carencias son generalizadas y no se deben a un único aspecto que se pueda resolver rápidamente. Precisamente en las curvas de media y alta velocidad, donde se requiere más confianza en el monoplaza, los pilotos pierden más tiempo.


Charles Leclerc, Ferrari

Charles Leclerc, Ferrari

Foto de: Guido De Bortoli

“Es frustrante, pero lo mejor que puedo hacer es resetear para mañana y volver a la pista motivado, tratando de lograr algo especial. ¿Soy optimista para mañana? No, y eso es bastante raro. Normalmente soy una persona muy optimista, pero debo admitir que este fin de semana no hay rendimiento en este coche.

“Espero que mañana sea mejor, pero nada de lo que he vivido con este coche me hace pensar que tendré mejores sensaciones. Estaré atento e intentaré maximizar todo lo posible mañana con el Safety Car. Con suerte, tendré algo de suerte, y probablemente esa sea mi única esperanza para mañana”.

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