La Champions League, que tantas alegrías le brindó en el pasado cuando dirigía al Porto y al Inter, se ha convertido hoy en un verdadero karma para José Mourinho. Desde su llegada al Benfica, el entrenador portugués ha perdido los tres partidos que disputó en el certamen internacional, y su racha se vuelve aún más pesada al considerar sus antecedentes previos en la competencia: no gana un partido desde 2019, cuando aún estaba en el banquillo del Tottenham.
En total, son seis las derrotas al hilo que acumula Mou en la Champions. Tres corresponden a esta temporada (1-0 contra Chelsea, 3-0 ante Newcastle y 1-0 frente a Bayer Leverkusen), y las otras tres las arrastra de su etapa al mando del Tottenham durante la temporada 2019/20 (3-1 contra Bayern Múnich, 1-0 ante RB Leipzig y un contundente 3-0 en el partido de vuelta también ante el conjunto alemán).
Estos números son sorprendentemente negativos para Mourinho, quien nunca había experimentado la caída en tres partidos consecutivos. Su última victoria fue en la Fase de Grupos de esa temporada, contra el Olympiacos.
Por su parte, las tres derrotas que acumula Benfica bajo el mando de Mourinho se suman a la que ya habían sufrido en la primera fecha contra el Qarabag, cuando Bruno Lage aún era el entrenador. Por eso, el encuentro de este martes ante el Ajax, otro que tampoco ha logrado ganar en esta campaña, es prácticamente vital para el conjunto portugués.
No obstante, Mourinho no lo ve de esa forma. "¿El partido contra el Ajax es decisivo? Hemos estado diciendo que los partidos son decisivos desde que perdimos con el Qarabag. Faltan 12 puntos por disputar y no creo que necesitemos 12 para clasificar", afirmó en conferencia de prensa.
"Con respecto a la actitud, hay cosas que no son negociables y que no puedo aceptar. Sé que Benfica, en general, perdona mucho, pero no perdona la falta de actitud", reconoció, enviando también un mensaje a sus jugadores. Y concluyó: "Aún tengo confianza en que podemos llegar a la fase de eliminatorias".
