Al inicio del programa en el que participa Oscar Ruggeri en la cadena ESPN, hicieron un recorrido por algunas figuritas mundialistas, discutiendo la posibilidad de que su imagen sea incluida como leyenda en el álbum de la Copa del Mundo 2026. Primero mostraron un cromo del Cabezón con la selección argentina en Estados Unidos 1994 y luego uno de José Luis Chilavert con Paraguay en Corea-Japón 2002. Esto llevó al ex defensor albiceleste a recordar su famoso cruce con el arquero guaraní en 1996.
En aquel enfrentamiento entre Vélez y San Lorenzo, Ruggeri recorrió varios metros y se lanzó a barrer desde atrás a un Chilavert que había salido del área grande con el balón dominado, logrando saltar justo a tiempo para evitar el embiste del robusto zaguero central del Ciclón. “Qué bestia, eh. La mirada… qué loco fui yo”, comentó Oscar mientras examinaban la figurita de Chila. Y añadió: “Si se te tira ese oso… el tema es que no te agarre, si impactas y te vas…”
Más tarde, mostraron su intento de agresión y analizó en vivo: “Qué loco, cómo pasé. Mirá el Bambino (Veira) cómo me toca (la cara). Pobre Bambino, pero estuvo bien. Hoy frío, digo que estuvo bien. Si no, iba a hacer una locura”.
El árbitro de ese partido fue Ángel Sánchez, y le consultaron por qué decidió no expulsarlo tras su intento de agresión: “¿Qué me va a echar si le hablé y le dije? Chilavert me escupió en la cara. Si a cualquiera de ustedes los escupen, ¿se quedan quietos y se van a su casa? Es lo peor que te pueden hacer, y Sánchez lo vio”.
El relato de Ruggeri, acompañado por imágenes, continuó: “Chilavert saltó porque Rivadero gritó. Justo se levantó y lo raspé. Netto levantó las manos como diciendo que no era nada. ¿Por qué estaba yo ahí? Me quedé de 9. Le iba a pegar; le dije que no me importaba más el partido. Le dije que me quedaba para pegarle porque no me importaba más nada”. Y recordó sobre su salida del campo: “Cuando bajé al banco, la gente de Vélez me quería matar. Me tiraron con todo”.
Años después del incidente, Veira reveló que al reemplazar al defensor luego de su aventura, trató de calmarlo con un abrazo y sintió que se acercaba a una “bomba atómica”. “Sos grande, Oscarcito”, le dijo ya en el banco visitante el DT al futbolista, que le había recriminado con insultos: “¿Por qué me sacás, Bambino?”.