11 de septiembre de 2025 15:06

Papu Gómez reflexiona sobre su vínculo con Scaloni y su dura experiencia tras la sanción por doping: “El fútbol se había acabado”.

El futbolista, que fue parte de la Selección que coronó en el Mundial de Qatar, habló de cómo atravesó el tiempo alejado del deporte
Papu Gómez contó por qué decidió volver al fútbol

Es difícil encontrar una foto o una imagen en la que Papu Gómez no esté sonriendo. Con esa imagen llegó a la selección argentina, tras un extenso trayecto que empezó en Arsenal de Sarandí y lo llevó hasta la Serie A de Italia, donde se destacó como la figura del Atalanta. Sin embargo, a poco de cumplirse el primer aniversario del título en el Mundial de Qatar, en 2023 su carrera dio un giro inesperado: fue suspendido durante dos años por “negligencia grave” debido al consumo de terbutalina, una sustancia prohibida por la Agencia Mundial Antidopaje (AMA).

Actualmente, el ex volante de San Lorenzo está a días de regresar al campo con el Calcio Padova, equipo de la Serie B (Segunda División de Italia). Mientras se entrena en Bérgamo, ciudad donde vive con su familia, Papu ofreció una conversación extensa y distendida en la que compartió las razones de su regreso al fútbol.

No sé si llamarlo revancha, pero hay un fuego interno que dice: ¿Por qué me tienen que retirar así del fútbol si yo no quiero? Y, en segundo lugar, no es mi momento; ¿por qué lo van a decidir un par de personas en trajes y corbatas, que nunca practicaron un deporte? Quiero retirarme dentro de una cancha cuando yo decida hacerlo. También, por ser un ejemplo para mis hijos y para muchos chicos y personas que quizás están pasando por un momento similar”, le expresó al periodista Julián Polo en su canal de YouTube.

Acto seguido, Papu abrió su corazón y narró el complicado periodo que vivió tras dejar de jugar, luego de que el Comité Sancionador Antidopaje de la Comisión Española para la Lucha Antidopaje en el Deporte revocara su apelación. “Los primeros meses fueron difíciles, porque no comprendía. No entendía por qué me pasaba esto a mí, justo en mi mejor momento, en el pico de mi carrera, tras haber ganado un mundial. Entonces, te preguntas: ‘¿Por qué?’. Pero la vida a veces te da estos golpes, estas sorpresas. La pasé mal y sentía bronca hacia todo, hacia el fútbol, hacia el sistema”, puntualizó.

“La responsabilidad fue absolutamente mía. Fui un tonto al tomar un jarabe para la tos que no debía. Pero no es justo haberme comido dos años de suspensión. Te pueden suspender, sí, cuatro meses, seis meses. Si tomás cocaína o fumás un porro, te dan seis meses, ¿entiendes? Y yo, por tomar un jarabe para la tos de mi hijo, me quedé un par de años afuera. O sea, ¿a quién le entra en la cabeza eso? Pero bueno, lo acepté y aquí estoy, luchando. Sí, tuve mucha bronca y enojo. Al principio me costó ver fútbol. No podía mirar un partido; apagaba la televisión. Para mí, el fútbol había muerto”, agregó uno de los campeones del mundo con Argentina.

Durante un recorrido por la ciudad donde vive con su familia, también tuvo tiempo para llevar a uno de sus hijos al entrenamiento y compartió detalles sobre su regreso. “Hoy, si no corrés, es muy difícil jugar al fútbol”, narró y confirmó que tiene a su cargo tres centros de entrenamiento, lo que le ha permitido mantenerse activo con la ayuda de los profesionales que trabajan con él.

Puedo jugar a partir del 18 de octubre. El profe me envió el programa. Mucho trabajo aeróbico, mucho gimnasio. Y con ellos hago la parte con la pelota. Yo no sabía si volvería a jugar. Lo veía muy lejano. Tenía en mente el retiro, por mi edad; tengo 35 años. Y traté de mantenerme entrenado”, detalló.

Gómez firmó un contrato de dos años, con la opción de extenderlo por otra temporada con el Padova. “Varios equipos me contactaron, pero me interesó el proyecto de tres años en torno a mí”, mencionó en la entrevista. Al ser consultado sobre cómo se prepara para su regreso, Papu dejó en claro su expectativa. “Ahora me visualizo regresando a la cancha. Ese momento, porque para mí será como volver a debutar en Primera. Y me imagino jugando varios años más. Siento que me irá muy bien. Será un renacer. Tal vez no vuelva a jugar a nivel de Selección, pero creo que puedo ser importante nuevamente”, agregó.

Por otra parte, al ser preguntado sobre su relación con Lionel Scaloni, habló sobre la personalidad del oriundo de Pujato, con quien compartió etapa como jugador en Italia y luego fue dirigido en la selección. “Cuando llegué al Atalanta estaban el Tanque Denis, Maxi Moralez y Scaloni, quien estaba casi retirado. Tenía 36 años, venía de la Lazio y ya había tenido problemas en el Atalanta: lo habían separado, querían limpiarlo, pero se entrenaba con nosotros”, recordó Papu.

“No jugó mucho, pero se entrenaba intensamente. Un profesional excepcional. Y cuando llegó al Atalanta, me mudé al mismo barrio que él. Vivíamos al lado y diariamente íbamos juntos. Fue la persona que me ayudó desde el día uno con todo: a comprar un auto, a buscar casa”, añadió. También hizo referencia al DT campeón del mundo. “Insoportable, en el mejor sentido. Estaba activo todo el tiempo, con mucha energía. Siempre bromeando, entrenando, a mil por hora. Era muy querido en el vestuario”.

Scaloni habla en una pausa

Además, el ex futbolista del Sevilla, que estaba en el Monza cuando su carrera se detuvo por el doping positivo, explicó la estrategia que implementó Scaloni en la Albiceleste para alcanzar el éxito. “En la parte de gestión fue muy astuto. Muy inteligente. Rodeó a Leo (Messi) de jugadores talentosos que se esforzaban por él. Además, en el día a día es muy cercano al jugador; siempre va de frente. No dice tonterías, los resultados lo respaldan y se genera un ambiente de mucha armonía”.

A poco más de un mes para volver a pisar un campo como profesional, Papu dejó una frase que refleja su esencia fuera del terreno de juego y que lo motivó a decidir no abandonar el fútbol. “No pretendo vivir de recuerdos. Lo que hice, lo hice. No soy un mejor jugador porque fui campeón del mundo, ni mejor persona. Si entras a mi casa, no verás una foto mía jugando, ni una copa. Los recuerdos son bonitos, pero no se puede vivir de ellos. No puedo entrar a mi casa y ver un gol que hice hace cinco años. ¿Para qué me sirve? Lo más importante es el presente”, concluyó.