¿Está McLaren estancado? Esta incógnita estará presente hasta el próximo fin de semana en Austin, y es comprensible, considerando que en las quince primeras carreras el equipo campeón del mundo logró doce victorias. En el Gran Premio de Holanda, el retorno tras el parón veraniego, su dominio fue contundente. Sin embargo, la clasificación final no refleja con precisión lo ocurrido en pista; la supremacía de los MCL39 se vio afectada en dos ocasiones por la aparición del coche de seguridad, reduciendo la ventaja que Piastri había logrado sobre Max Verstappen en las primeras 22 vueltas (aproximadamente dieciocho segundos, más otros doce entre las vueltas 27 y 52).
Desde el 31 de agosto, fecha de la carrera en Zandvoort, no se ha vuelto a observar a ese McLaren dominante. Han habido destellos de buen ritmo, como en Singapur, pero la superioridad que caracterizó los dos primeros tercios de la temporada ha desaparecido en las siguientes tres competencias. Las razones podrían ser múltiples; es probable que haya más de un factor que explique por qué tanto Piastri como Norris no lograron aumentar su palmarés en Monza, Bakú y Singapur. La cuestión principal es el rendimiento absoluto, es decir, si el cambio temporal en la jerarquía se debió a un avance de sus rivales (Red Bull y Mercedes) o si McLaren perdió competitividad.
El primer aspecto a considerar es el tipo de circuitos donde el MCL39 ha mostrado vulnerabilidades. Tanto en la etapa italiana como en la azerbaiyana, la carga aerodinámica se vuelve una variable menos relevante, además de que los problemas de desgaste y degradación de los neumáticos (una de las principales fortalezas de McLaren 2025) son prácticamente inexistentes. Monza y Bakú son circuitos sin curvas de media y baja velocidad (otra virtud del MCL39) y carecen de curvas rápidas que marquen la diferencia en el equilibrio general.
La mayor anomalía se presenta en Singapur. “Necesitamos entender por qué nos fue tan bien”, comentó George Russell al finalizar el fin de semana, evidenciando cuánto sorprendió el resultado en Marina Bay incluso a la propia Mercedes. Se esperaba que los McLaren brillaran, pero al final solo Norris logró subir al podio, ocupando el tercer lugar. La carrera nocturna se desarrolló con temperaturas más bajas de lo previsto (el asfalto se mantuvo por debajo de los 38 grados) y la elección de reglajes fue un desafío constante durante todo el fin de semana.
Lando Norris, McLaren
Foto de: Steven Tee / LAT Images vía Getty Images
El nuevo asfalto, implementado en varias secciones del circuito, también tuvo un papel crucial. Los equipos enfrentaron muchos desafíos para lograr el equilibrio del tren delantero, buscando la opción que no trasladara el problema a la temida inestabilidad del tren trasero, nada favorable en una pista de alta tracción. Mercedes lo ejecutó a la perfección, Red Bull estuvo a la altura, mientras que McLaren quizás no logró encontrar el compromiso ideal. Como es habitual, en Marina Bay, la calificación del sábado por la noche representa el desafío más importante. Al partir desde atrás en una carrera sin variables estratégicas ni puntos de adelantamiento (el delta de rendimiento necesario para sobrepasar a un rival era de casi dos segundos por vuelta), las opciones de remontar se reducen prácticamente a cero.
Andrea Stella señala que hay dos factores que han influido en el desempeño de McLaren en las tres últimas etapas del campeonato. “Lo notamos en Montreal y lo confirmamos en Bakú y Marina Bay”, explicó: “Cuando enfrentamos frenadas significativas y encontramos asfalto irregular y bordillos, no somos el mejor coche. Desde el punto de vista técnico, esto no es una sorpresa total. Cuando la frenada y la tracción son determinantes, sufrimos más, y en circuitos que requieren configuración de baja carga aerodinámica, estos factores repercuten considerablemente”.
El director del equipo McLaren trató el tema que probablemente tendrá un impacto en el final de temporada. “Hemos dejado de desarrollar el coche durante un tiempo, ya que nos hemos concentrado completamente en el monoplaza de 2026, mientras que algunos de nuestros rivales han seguido introduciendo nuevas actualizaciones en la pista. Red Bull es sin duda uno de ellos, ya que trajeron un nuevo alerón delantero a Singapur y un nuevo fondo en Monza”. En cuanto a Red Bull, hay otro aspecto que ha contribuido a la evolución del monoplaza.
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Helmut Marko ha insinuado en varias ocasiones cambios en los procedimientos que determinan la puesta a punto básica para el fin de semana, vinculando la figura de Laurent Mekies a un cambio que ha dado resultados inmediatos. La combinación con los últimos desarrollos ha sido óptima, y el RB21 de las últimas carreras ha cobrado vida gracias a una configuración que permite al monoplaza rodar más bajo, obteniendo todas las ventajas que esto conlleva.
En este contexto, el viaje a Austin reviste importancia para McLaren. Puede parecer contradictorio, dado que hace apenas unos días el equipo celebró su segundo Campeonato del Mundo de Constructores consecutivo, pero en la Fórmula 1 permanecer estancado significa retroceder. El escenario del Circuito de las Américas será también un examen para la escudería papaya; aunque no existen objetivos específicos que cumplir, será crucial para comprender los valores que marcarán el cierre de la temporada. La ventaja con la que Piastri y Norris se preparan para afrontar las seis últimas etapas de la temporada es considerable, pero la conciencia de que aún poseen el mejor monoplaza de la parrilla podría cambiar. Comenzando por los equilibrios internos.
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