Maximiliano López se retiró en 2021 tras una extensa carrera con pasos por River Plate, Barcelona, Gremio, Catania, Udinese y Vasco da Gama, entre otros equipos. Actualmente está alejado de las canchas: se volcó al ámbito empresarial y, en las últimas semanas, volvió al foco mediático por su participación en el reality MasterChef Celebrity (Telefe).
En charla con el ciclo Paren la mano, que se emite por Vorterix, el ex futbolista de 41 años contó varias anécdotas de su paso por el fútbol. Una de las más destacadas se remonta a su estadía en Rusia con la camiseta del FC Moscú, adonde llegó en 2007 proveniente del Blaugrana: “Un día, hablé con el traductor y le dije: ‘Quiero andar en un avión de guerra’. Porque en una charla que tuve con el presidente me dijo: ‘Vos en este país con plata hacés todo lo que querés’. Le pregunté si se podía porque tenía ganas de ir a una base militar y me dice: ‘No, yo en esta no me meto’. Voy y hablo con el Presidente. ‘Vos me dijiste que puedo hacer…’. Aparte, yo venía metiendo goles. Le dije: ‘Conseguime un avión de guerra’. Llamó a alguien, tardó 30 segundos y me dijo: ‘Mañana estás en la base militar’. Me dijo que eran 40 lucas. Le dije: ‘Dale’. Yo encaré”.
Continuó detallando aquella jornada en ese insólito lugar: “Adentro de la base militar, me empezaron a hablar dos pibes, no entendía nada. Les dije que vayamos al avión y les hablo en inglés. Me empezaron a mostrar en ruso como me tenía que preparar, pero no entendía nada. ‘Flaco, ya puse la rúcula, abrí ese avión y vamos a dar una vuelta, no me chamuyes, ja’. ¿Si va rápido? ¡No me cagué encima de pedo! La experiencia fue lo que quería”.
En el medio del relato, se coló una pregunta del conductor Luquitas Rodríguez: “¿No le consultaste a Wanda (Nara) antes de hacer el gasto?”. A continuación, la reacción de Maxi López sobre la consulta vinculada a su entonces pareja desató las carcajadas del equipo: “Vos no tenés idea la que se iba por el otro lado. Esto era un coffee, ja”.
Más adelante recordó su primera etapa entre 2010 y 2012 en el Catania de Italia y la oportunidad frustrada de continuar su carrera en un club histórico del Calcio: “Era amado, lo salvamos del descenso al club e hicimos récord de puntos. Ya tenía todo arreglado con el Milan. A último momento, el presidente tiró atrás la operación y me dijo que me quede en Catania”.
Esa decisión derivó en varias visitas de los ultras a su casa: “Me atendió durante seis meses, me mandaba los pibes a casa… Un día, me caen a casa, me empiezan a tirar bombas de estruendo y yo tenía los nenes chiquitos. Entonces, salgo caliente y estaban los capos de la Curva Sud. Los encaro y les digo que los conocía: ‘Me venís a romper los huevos a casa, yo tengo a los pibes durmiendo, ¿qué me venís a tirar bombas?’. Estaban muy emputecidos. El jefe me dijo: ’Mirá, el presidente nos está pagando para que te rompamos las pelotas’. Yo les dije que lo entendía, les ofrezco la cerveza, vayanse, cuando vienen al entrenamiento no pasa nada, pero en mi casa no. Ahí entendieron y no volvieron más”.
Además, su paso por Barcelona lo llevó a coincidir con Ronaldinho, de quien guarda innumerables recuerdos: “Hay 1000 historias, necesitaríamos un mes para contar todo. Es otro nivel. Era un crack como persona, diferente total. Era un show tenerlo de compañero. Nosotros estábamos todos sentados en el vestuario y el pibe agarraba la pelota y empezaba a hacer cosas…”.
El argentino vivía en Ginebra, Suiza, antes de regresar a la Argentina para sumarse a un programa en el prime time de la TV. “Wanda (Nara) me rompe las pelotas hace mucho tiempo para hacer esto. Y nunca había estado receptivo y me agarró en el momento justo. Me picó la oreja. Y dije: ‘Voy a probar’. Me dejé llevar”, concluyó.





