River: de la gloria a los mismos errores de siempre

Si solo se analizan los resultados, el global de 5-2 no aporta mucho; la eliminación de River de la Libertadores y el avance de Palmeiras hacia una nueva semifinal son hechos evidentes. No obstante, esta serie presenta múltiples aspectos que merecen un análisis profundo. Sin duda, esto no devolverá la esperanza a los hinchas que vieron desvanecerse el sueño de la Quinta.

Tras el desastre en el Monumental, que habla mucho más que ese 2-1 a favor del Verdao, se anticipaba una revancha desigual. Sin embargo, River mostró, en gran parte del encuentro, lo mejor de este segundo ciclo de Gallardo. El equipo se mostró valiente, adoptando un estilo renovado, más cercano al River 2015, luchando y buscando la segunda pelota. Rápidamente se puso 1-0, como si se tratara de una versión invertida del primer partido. En ese primer tiempo, donde Armani realizó tres intervenciones clave y Castaño erró el 2-0, se podía percibir la esencia de un viejo equipo del Muñeco.

No obstante, este modelo 2025, que ayer aprobó varias asignaturas, también repitió errores que finalmente le costaron otra eliminación. A pesar de ir ganando 1-0 y tener al rival al borde de un ataque de nervios, se desconcentraron en una jugada a balón parado, permitiendo que Vitor Roque pudiera cabecear solo y luego capturar el rebote sin oposición. Una ventaja que un equipo de élite no puede permitirse y que River concede con frecuencia.

Cuando el equipo se repuso al 1-1 y buscó la victoria que los llevara a los penales, se desconcentró tras un pelotazo largo, lo que derivó en el penal que cerró la serie: todo el equipo desubicado mientras un defensor lanzaba desde 50 metros…

Perder con Palmeiras puede considerarse una posibilidad previsible, dada la diferencia de presupuesto y el poderío del rival. Ahora, este River, que pocas veces superó los “cinco puntos”, debe afrontar dos torneos locales en los que está obligado a rendir. Si no quiere concluir el año con una decepción, deberá extraer lo positivo de San Pablo y dejar atrás definitivamente los errores.